Omar Lugo
Río de Janeiro, 24 mar (EFECOM).- Brasil no sufrirá grandes daños por el enfriamiento económico en Estados Unidos y el escenario de su economía sigue positivo, según varios especialistas que comulgaron hoy con el optimismo del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Avances estructurales, equilibrios macroeconómicos y un fuerte crecimiento de la demanda interna le permiten a la mayor economía latinoamericana lidiar la crisis externa, destacaron economistas y empresarios durante un seminario organizado por el prestigioso centro privado Fundación Getulio Vargas (FGV) y la patronal Federación de Industrias del estado de Río de Janeiro (Firjan).
Hoy el mundo multipolar, con varios polos de desarrollo, como China, India y el propio Brasil, ayuda a compensar la crisis real del sector financiero de Estados Unidos, señaló el economista Carlos Langoni, director del Centro de Economía Internacional de la FGV y ex presidente del Banco Central de Brasil.
Los mercados de materias primas y productos básicos han sufrido ajustes marginales de precios, pero no bastan para derrumbarlos a niveles previos al ciclo de alzas históricas, estimó.
El desarrollo reciente de Brasil está atado a las materias primas, que con su mayor generación de riqueza han sustentado el aumento de la demanda interna, destacó Alexandre Schwartsman, economista jefe para América Latina del Banco Real.
En cambio, la exposición de Brasil a Estados Unidos "es modesta" y ese país sólo representa el 15 por ciento del mercado exportador brasileño, destacó.
Pero el 66 por ciento de las exportaciones totales brasileñas son materias primas y productos básicos, cuyos altos precios han fortalecido las cuentas externas y la economía toda.
"Esos precios son esenciales para el desempeño de la economía brasileña, lo hemos visto en los últimos años", por eso son hoy también el principal riesgo, destacó.
La volatilidad de la economía brasileña cayó dramáticamente gracias a su fuerte demanda interna, que de paso mantiene su tendencia de los últimos meses, con un crecimiento de entre 6,0 y 7,0 por ciento anual, observó.
El director financiero de la minera Vale do Río Doce, Fabio Barbosa, destacó que hubo un cambio estructural en los fundamentos de la economía mundial en los últimos cinco años, gracias a China y otros emergentes que responden por buena parte de la demanda de los también llamados "commodities".
Esto significa que Brasil no tendría que esperar una debacle en los precios de sus principales productos de exportación.
"A pesar de la desaceleración el corto plazo, proyectamos un crecimiento de la economía global del 4,0 por ciento anual durante los próximos cinco años", explicó Barbosa.
Vale es la principal exportadora de Brasil y sus principales productos, como mineral de hierro, níquel, aluminio, cobre y carbón mineral continúan con precios altos gracias a una fuerte demanda superior a la oferta, entre otras limitaciones del mercado.
"El ciclo de los metales está anclado en fundamentos de largo plazo y a pesar de la turbulencia no revisamos nuestros planes de inversiones", destacó acerca de las inversiones de Vale por 59.000 millones de dólares al 2012.
El secretario de Política Económica del ministerio de Hacienda, Bernardo Appy, afirmó que Brasil es menos vulnerable gracias a su solidez macroeconómica, baja inflación, un crecimiento "inclusivo y equilibrado" (5,4 por ciento en 2007) y su "solvencia" con una deuda externa total que equivale al 15 por ciento del PIB, contra 40 por ciento del PIB hace pocos años.
Más cauteloso se mostró Ilan Goldfajn, director de la firma Ciano Investimentos, destacó que para algunos esta es la peor crisis desde la Gran Recesión mundial de 1929 y es casi seguro que va a extenderse a Europa y Japón.
"La gran duda es si China logrará mantener o no el crecimiento" y si con eso serán afectados los mercados globales de materias primas, destacó este ex director del Banco Central de Brasil.
Tampoco está claro, en una posible quiebra del sistema financiero, de donde saldrá el dinero para financiar el crecimiento de la economía global de la forma en que venía creciendo hasta ahora, explicó.
La crisis de Estados Unidos se ha reflejado ya en los sectores de la construcción y el financiero y el problema se extiende a la quiebra de la riqueza de los consumidores.
"Esa crisis es grave y a va a tener consecuencias. Será larga, puede tener alcance mundial y habrá menos crédito. Las dudas son sobre la intensidad y la duración de ese contagio", dijo. EFECOM
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