
El presidente francés, François Hollande, ha presentado hoy una importante subida de impuestos a las rentas altas y a las empresas, dentro de un presupuesto destinado a mostrar que Francia tiene el rigor fiscal para permanecer en el corazón de la Eurozona.
El primer presupuesto completo del dirigente socialista pretende asegurar ahorros por 30.000 millones de euros para mantener la promesa de reducir el déficit dentro de los esfuerzos de la Eurozona por poner fin a la crisis de deuda.
Objetivo del 3%
Las medidas, que incluyen subida de impuestos para las rentas altas y congelación del gasto, pretenden reducir el déficit público al 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2013 e impulsar la posición de Francia como potencia de la zona euro junto con Alemania pese a sus niveles récord de deuda.
Pero con un desempleo récord y datos económicos que apuntan a un estancamiento de la economía, hay temores de que los objetivos de déficit sean ambiciosos, especialmente porque están basados en una previsión de crecimiento económico para 2013 del 0,8%, que es considerada muy optimista por los analistas.
"Tenemos que volver a encarrilar a Francia", ha declarado el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, a la emisora Europe 1, haciendo hincapié en que los hogares de rentas medias y bajas estarían blindados en su mayor parte ante las subidas de impuestos, que afectarán a cerca de un contribuyente de cada 10.
Moscovici asegura que si la crisis en Europa se estabilizaba, el crecimiento francés excedería el 0,8% el próximo año.
Cifras de crecimiento
Pero los datos conocidos hoy confirmaron un crecimiento nulo en el segundo trimestre, lo que amplía el estancamiento a nueve meses, ya que el repunte en inversión empresarial y del gasto gubernamental se vio contrarrestado por el empeoramiento de la balanza comercial y un menor gasto de los consumidores.
Pese a una subida de los salarios, los consumidores -tradicionalmente el motor del crecimiento en Francia- incrementaron sus ahorros al 16,4% de la renta desde el 16% un año antes, ante la preocupación por el desempleo, que está en máximos de 10 años y subiendo.
En otro revés para el equipo económico de Hollande, la deuda pública creció a un 91% del PIB en el segundo trimestre, el mayor nivel desde la Segunda Guerra Mundial, y el gasto de los consumidores bajó un 0,8% en agosto.
De los 30.000 millones de euros, aproximadamente 20.000 millones procederán de subidas de impuestos a hogares y compañías, con subidas de impuestos ya aprobadas este año para contribuir con unos 4.000 millones de euros en ingresos en 2013. La congelación del gasto contribuirá con unos 10.000 millones de euros.