Economía

El IPC se dispara al 3,5%: la estanflación, una anomalía que golpea a España y a sus ciudadanos

Fue uno de los conceptos que las dos crisis del petróleo de los años 70 dejaron en herencia. Se acuñó para definir una de esas anomalías que, de vez en cuando, sacuden la economía. Consistía en una combinación de parálisis o contracción económica (estancamiento) y subida de los precios (inflación). Tomando la raíz de ambos términos, surgió la estanflación, un peligroso fenómeno que ahora asoma su figura en España.

El dato adelantado de inflación que se ha conocido hoy recoge que la cesta de la compra ha repuntado en España a un ritmo interanual del 3,5% en septiembre, el dato más alto desde mayo de 2011. Repunta desde el 2,7% de agosto, en un incremento tras el que figura la subida del IVA.

Este hecho, conjugado con la lúgubre realidad de que la economía lleva cuatro trimestres consecutivos contrayéndose -es decir, está en recesión-, provoca que la sombra de la temida estanflación se alargue sobre España. Es más, hay quien prefiere emplear otro concepto, el de receflación, por aquello de que la economía no es que se haya estancado, sino que directamente es recesiva.

¿Por qué resulta tan indigesto este cóctel? Porque a los problemas económicos ya existentes, con el alto desempleo y la recesión como principales exponentes, se suman unos precios más altos que dificultan aún más el consumo y la situación de las familias. Por tanto, un cóctel que, potencialmente, puede nublar aún más el panorama económico.

Escenario fuera de lo normal

¿Y por qué es tan anómalo este escenario? Porque, según la teoría, lo normal es que los precios suban presionados por la demanda, es decir, cuando el consumo empuja hacia arriba a los precios. Lo raro es lo que ocurre ahora, esto es, que los precios se encarezcan cuando el consumo está deprimido por culpa de la falta de actividad económica y el elevado desempleo.

En los años 70 fueron los costes, presionados al alza por la escalada del petróleo, los que alumbraron la estanflación. El petróleo también influye ahora de manera determinante, pero, por supuesto, sin olvidar otro motivo que ha cursado una invitación para que la inflación repunte: la subida de los impuestos, que encarece los productos y quita dinero del bolsillo de los consumidores.

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