
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha insistido hoy en que el Ejecutivo tomará una decisión acerca de si pide o no ayuda a la Unión Europea "cuando tenga las cosas atadas y bien atadas". Pero esta falta de concreción irrita a buena parte del mercado. Hoy mismo, la cadena CNBC ha vuelto a poner de manifiesto el "sorprendente nivel de decepción" provocado por el gobierno de Rajoy, "quien sigue retrasando la petición de ayuda".
La cadena de televisión estadounidense alude al impresionante nivel de decepción entre los inversores por el hecho de que España no haya pedido un rescate aún, razón por la que, según la CNBC, las bolsas europeas han cerrado hoy en negativo.
"Parece que la Operación Adiós Rajoy ya está en marcha en los mercados", interpretan desde el blog de economía y finanzas Zerohedge. Desde ambos frentes se resalta cómo el malestar en el mercado ha quedado traducido en las subidas experimentadas por los rendimientos del bono español y los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) a cinco años especialmente en las dos últimas jornadas.
"Los inversores se están poniendo nerviosos", señala por su parte Kintai Cheung, analista de Credit Agricole CIB a la agencia Associated Press. Por su parte, los analistas de Lloyds Bank dijeron al Wall Street Journal que esperan que España se vea obligada a pedir ayuda antes de octubre, con su mercado de bonos de nuevo bajo presión.
Lane Newman, director de estrategias de divisas de ING Capital Markets en Nueva York, explica que "la economía española tiene un 25% de desempleo y una larga resaca de hipotecas residenciales en cartera. Incluso si se amortizan parte de ellas, todavía es necesario aplicar medidas de austeridad fiscal por lo que no podrá crecer económicamente y salir así de la recesión".
Para Jo Tomkins, analista de la consultora 4Cast, en estos momentos nos encontramos en "un limbo político en el que los mercados están a la espera de que España pida ayuda, porque al final si España no la pide pronto, los avances logrados por el BCE van a acabar desapareciendo", señala en declaraciones a la agencia Reuters.