
Las cosas han cambiado radicalmente para la canciller alemana Angela Merkel. Según explica Der Spiegel, Merkel quiere evitar la salida de Atenas de la zona euro a cualquier precio, incluso si eso significa "hacer la vista gorda con las cifras en el próximo informe de la troika". Para líder alemana, es esencial evitar las consecuencias de una salida de Grecia "antes de las elecciones nacionales del próximo año en Alemania".
Según el editorial del semanario alemán, Merkel quiere crear la impresión de que lo que realmente importa son los resultados del informe de la troika tras su misión en Grecia. Sin embargo, "Merkel ya ha tomado una decisión. Después de dudarlo mucho, se ha puesto del lado francés François Hollande Presidente y la Comisión Europea", indica la revista que deja claro que la conclusión es clara: "Grecia debe permanecer en la zona euro".
Al fin y al cabo, hasta no hace mucho, Merkel estaba dispuesta a abandonar a Grecia a su suerte si el país no cumplía con sus compromisos. Ahora, sin embargo, parece consciente de que "una salida de Grecia de la zona euro implica demasiados riesgos", señala Der Spiegel.
Desde Berlín, las autoridades temen que el resultado de un Grexit podría desencadenar "un efecto dominó" como el provocado por la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008.
Los costes políticos son también demasiado altos para Merkel. Si Grecia se retirase de la zona euro, sus asesores temen que esto podría significar que con el tiempo habría que "mutualizar la deuda" de la Eurozona para estabilizar los países con problemas como Italia y España.
Esto desataría una situación paradójica, ya que Alemania habría adoptado un enfoque duro con Grecia, pero posteriormente tendría que aceptar la emisión conjunta de bonos, algo a lo que "los votantes alemanes se oponen ampliamente".