
El Gobierno creará esta semana el 'banco malo' para acotar el riesgo del 'ladrillo' en las entidades y avanzar en las condiciones impuestas por Bruselas para recibir el rescate bancario por hasta 100.000 millones de euros con el fin de sanear el conjunto del sistema financiero.
Está previsto que el Consejo de Ministros del viernes 24 de agosto dé luz verde a la creación de la sociedad de gestión de activos, que inyectará dinero público en las entidades a cambio de que le transfieran los inmuebles adjudicados y los créditos a promotores, entre otros.
La creación de esta sociedad de respaldo público para agrupar los activos dañados de la banca es una condición recogida en el memorando del rescate bancario acordado con Bruselas con el fin último de reactivar la concesión del crédito en España.
Está previsto que dichos activos inmobiliarios, que podrían extenderse a las participaciones de la banca en empresas promotoras, se contabilicen a valor razonable y no de mercado, y que el "banco malo" les dé salida de forma escalonada en un plazo dilatado de diez años.
No se conocen los detalles
Aún se desconoce la forma de articular el "banco malo" con el detalle de los activos que aglutinará más allá de los citados en el memorando y sobre quién recaerá la gestión del mismo, así como qué criterios se utilizarán para establecer su valoración.
Inicialmente, la gestión va a estar dirigida por el FROB, dado que es el accionista de los bancos nacionalizados, los que más activos traspasarán o venderán al "banco malo", ha explicado en una entrevista a EFE el ministro de Economía, Luis de Guindos.
El ministro destaca la posibilidad de que en el futuro entren inversores privados en esta sociedad, lo que podría alterar el esquema de gestión.
"El FROB tendrá un porcentaje, una participación, que será la más importante, y un peso muy destacado en la gestión. Pero después pueden entrar inversores institucionales, dado que hay entidades que pueden ceder activos inmobiliarios y obtener parte de su cobro con una participación en el capital del 'banco malo'", ha añadido.
El precio al que se valorarán los activos que se traspasen al "banco malo" será lo suficientemente bajo para que cuando sea vendido "no genere una pérdida para el contribuyente, o incluso se pueda ganar dinero".
En el caso del suelo, el bien más castigado por la crisis, los bancos se han visto obligados a provisionar en un 80 % su valor, por lo que pueden aplicar este porcentaje sin sufrir pérdidas adicionales cuando lo transfieran al "banco malo".
Esta entidad tendrá una vida de diez años, lo suficiente para que las propiedades puedan recuperar parte de su valor "cuando el ciclo económico cambie", ha explicado De Guindos.
Las críticas
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) cree que este instrumento puede caer en saco roto si no se acompaña de reformas que impidan la vuelta a las condiciones que permitieron la creación de la burbuja inmobiliaria.
En lo que coinciden tanto Adicae como el Ejecutivo es en que el "banco malo" podría provocar un descenso generalizado de los precios de la vivienda, lo que, para la asociación, se traduciría en el empobrecimiento de los propietarios de un inmueble.
Otros expertos consultados por Europa Press apuntan a que este instrumento podría congelar la necesaria corrección de los precios inmobiliarios en España.