
Frenazo de la economía nipona a causa de la debilidad tanto en el consumo local como en las exportaciones, lastradas por la crisis en la zona euro y por el yen. El producto interior bruto (PIB) de Japón creció 1,4% a ritmo anual entre abril y junio, en el que supone su cuarto trimestre consecutivo de incremento, informó hoy el Gobierno nipón.
La lectura es mucho peor de lo esperado. En concreto, los analistas había previsto un aumento de entre el 2,2 y el 2,5%. Además, refleja una fuerte ralentización respecto al trimestre anterior, cuando la tercera economía mundial creció 4,% a ritmo anual.
Respecto al trimestre precedente el PIB de Japón creció un 0,3%, según el informe preliminar publicado hoy por la Oficina del Gabinete.
Débil consumo
El gasto de los consumidores, que representa cerca del 60% del producto interior bruto nipón, aumentó tan solo un 0,1% entre abril y junio, mientras que la inversión pública creció un 1,7%.
El gasto de capital de las empresas aumentó por su parte un 1,5%, según los datos del Gobierno.
El crecimiento menor de lo esperado de la economía de Japón el trimestre pasado se produjo en medio de una ralentización de las exportaciones del país asiático, afectadas por la incertidumbre en la economía global en medio de la crisis de deuda en la eurozona.
En este contexto el yen, considerado una moneda refugio en tiempos de crisis, se ha apreciado en los últimos meses fuertemente frente al euro y el dólar, lo que merma seriamente la competitividad de las empresas niponas en el exterior.
Después del revés que supuso el terremoto y tsunami de marzo de 2011 para la tercera economía mundial, para este año se espera una recuperación respaldada por la demanda, tanto interna como exterior.
Sin embargo, la semana pasada el Banco de Japón reconoció durante su reunión mensual que el ritmo de recuperación de las exportaciones niponas se había "moderado", mientras que los últimos datos sobre la producción industrial se mostraban "relativamente débiles".
Para este año fiscal, que termina en marzo de 2013, el Banco de Japón prevé un crecimiento del PIB del 2,2%.