Economía

La banca tiene 'aparcados' 311.700 millones en el BCE

El presidente del BCE, Mario Draghi. Imagen: Archivo

Ha transcurrido un mes desde que el Banco Central Europeo (BCE) tomó la inusitada decisión de dejar de retribuir el dinero que la banca le deja en depósito, una medida que despertó expectativas de que pudiese empujar a las entidades a prestarse entre ellas y su ventanilla, sin embargo, sigue embalsada. Las entidades mantienen aparcado en el organismo 311.714 millones de euros, según el último registro de la institución, correspondiente al viernes pasado.

Cuando decidió dejar de retribuir dichos depósitos, el pasado día 5, la banca tenía almacenada la cifra casi record de 808.516 millones y la redujo de un día para otro a 324.931 millones. Pero ahí se ha atascado.

No fluye el crédito

En la práctica, dejar los fondos ahí embalsados supone perder dinero para la banca porque pedirlo al BCE implica pagar un 0,75 por ciento de rentabilidad y el coste se multiplica si se capta en depósitos a clientes. El organismo presidido por Mario Draghi dejó a cero la retribución de la llamada facilidad de depósitos el pasado 5 de julio, cuando acordó bajar el precio del dinero desde el 1 al 0,75 por ciento. Hasta ese instante remuneraba al 0,25 por ciento los fondos estacionados por las entidades.

La retirada de la retribución debería, por lógica, invitar a las entidades a que busquen cómo rentabilizar mejor ese extraordinario volumen de dinero: prestándose entre ellas y resucitando el casi desaparecido mercado interbancario; invirtiéndolo en activos o reactivando el crédito a clientes (el tipo de interés medio en las nuevas hipotecas en España alcanza, por ejemplo, el 3,40 por ciento). Y, sin embargo, el dinero prestado en España es un 15 por ciento inferior al que el sector otorgaba el pasado año, cuando la contracción del crédito era ya una realidad. Las entidades alegan ausencia de demanda solvente para no arriesgar los fondos en nuevas financiaciones.

Que la caja del BCE siga a rebosar es indicativo de la precaución con que se mueve la banca europea casi cuatro años después de que la quiebra de Lehman Brothers extendiese la desconfianza sobre la solvencia del sector. Hasta ese momento, las entidades rara vez dejaban aparcado en la institución europea importes superiores a los 100 millones.

Pero la bancarrota de Lehman siembra tales miedos que las entidades dejan de prestarse entre ellas y obliga al BCE dos años después a regar el sector con casi 1,01 billones de euros a tres años para impedir su colpaso por asfixia. Más de tres cuartas partes retornaron al BCE a la espera de que escapase y su hucha albergó más 700.000 millones de la banca entre marzo y junio pasados.

Vencimientos de deuda

Se prescribe prudencia, máxime cuando arrecian los temores sobre el futuro del euro y el rescate potencial de España e Italia. Las entidades financieras prefieren guardar ahí el dinero para atender sin apuros los próximos vencimientos de deuda. Se calcula que la banca europea en su conjunto debe refinanzar 900.000 millones de euros en títulos de deuda a lo largo de este año. El volumen estimado para la banca española ascendería a unos 120.000 millones.

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