Por José Luis Murcia
Barcelona, 13 mar (EFECOM).- Desde la llegada de Felipe Blanco a Viña Norte, la gran bodega propiedad del Cabildo de Tenerife, hasta hoy, la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo ha vivido varias revoluciones enológicas que han contribuido a acrecentar aún más la originalidad de sus vinos.
Si ofrecer en la península o en el extranjero vinos elaborados con uvas autóctonas como la listán negra, la negramoll, el baboso negro o la tintilla es ya de por sí un plus, añadir a éste aportaciones de enología de precisión por personal joven y cualificado supone un nuevo paso en esta revolución silenciosa, que se expone en Alimentaria que mañana cierra sus puertas en Barcelona.
Uno de los pasos los ha dado Bodegas Buten, propiedad de la presidenta del Consejo Regulador, Lourdes Fernández, con el Cráter 2005 elaborado por la enóloga Loles Pérez, criada en la gran escuela del polifacético Peter Siseck, autor del mítico "Pingus".
Se trata de un vino que, aún conservando la escuela clásica de Tacoronte-Acentejo, ofrece un plus de modernidad y acentúa el carácter frutal da las variedades listán negra y negramoll, invento que se quedará en mantillas cuando presente en sociedad su Magma 2006, un caldo elaborado con negramoll y shirah.
En palabras de Pérez, una elaboración muy intuitiva, versus escuela Peter Sisseck, que acompaña de prácticas de agricultura biodinámica y que da un paso más en la vanguardia de los vinos canarios.
Buten cuenta con 15 hectáreas y compra uva a algunos de los viticultores vecinos para complementar las 15.000 o 20.000 botellas que elabora anualmente.
Domínguez Cuarta Generación, una bodega tradicional de la denominación, se ha atrevido con un monovarietal de negramoll de la que sólo ha elaborado 3.000 botellas de las 38.000 que produce anualmente.
A juicio de Rosa Elena González, responsable de Mercadotecnia de Tacoronte-Acentejo, un producto de "impacto" por la repercusión que ha tenido en Alimentaria, y al que hay que añadir la malvasía clásica de la bodega, original y con toques salinos que le ofrece su ubicación a 200 metros en línea recta del océano en la costa de La Laguna (Tenerife).
Y como Viña Norte no podría quedarse al margen, la bodega ha presentado su Humboldt 2005 de Vendimia Tardía, todo una sinfonía de sabores en un blanco dulce.
Tacoronte-Acentejo abarca un total de 1.700 hectáreas en el norte de Tenerife y acoge a 50 bodegas que elaboran anualmente 1,5 millones de litros de vino, que esta pasada campaña se quedaron únicamente en 650.000 litros como consecuencia de las adversas condiciones meteorológicas. EFECOM
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