
El ex economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), el alemán Jürgen Stark, se ha alienado con la postura del gobierno germano y se ha manifestado en contra de que Bruselas financie la compra de deuda de los Estados miembros de la zona euro, ya se a través de los fondos de rescate o directamente por parte de la institución que dirige Mario Draghi.
"No es una tarea del banco central financiar las actividades de un estado", afirmó en una entrevista a la emisora de radio germana Deutschlandfunk, sobre la posibilidad de que el BCE adquiera bonos soberanos de los países en problemas en el mercado secundario. "El BCE no puede hacer todo lo que le proponen desde la parte política", añadió, en referencia a las constantes llamadas de atención por parte de países como España para que Draghi haga más para contrarrestar la crisis.
En cuanto a la otra opción que se baraja, que implica que estas compran se produzcan a través del fondo de rescate permanente, el MEDE, al que se le dotaría de una licencia bancaria con la que podría apelar al BCE para financiarse, manifestó sus dudas acerca de que sea legal. "En mi opinión, esto sería una clara violación de la ley europea, porque supondría ayuda pública ilimitada e indirecta a través del BCE", explicó.
"Ya estamos llevando la ley europea al punto de ruptura, por decirlo suavemente. Un montón de expertos legales lo llaman violación colectiva. Tenemos que trazar un límite y dejar de deslizarnos por ese terreno resbaladizo", apuntó.
Stark, que dimitió el pasado mes de septiembre "por razones personales", era conocido por su oposición al programa de compra de bonos periféricos del BCE. De hecho, se llegó a afirmar que éste era el verdadero motivo de su renuncia. Fue sustituido por Joerg Asmussen.