
En el último par de años, Europa ha salido adelante de una serie de situaciones complejas en su crisis de deuda, pero septiembre se perfila como el "momento de la verdad", mientras los políticos se están quedando cortos en sus acciones y cada vez tienen menos alternativas para salvar la moneda común.
Con crisis o no, muchos políticos europeos tendrán vacaciones en agosto. Cuando regresen, les aguardan una serie de acontecimientos cruciales, decisiones y plazos. "Septiembre será sin duda la hora de la verdad", ha señalado un importante alto cargo de la zona euro.
Ese mes, un tribunal alemán anunciará un fallo que podría neutralizar el nuevo fondo de rescate de la zona euro; Holanda -que se opone a los rescates- celebrará elecciones; Grecia tratará de renegociar su salvavidas financiero y se tomarán decisiones sobre si los contribuyentes sufrirán enormes pérdidas sobre los préstamos estatales al Estado.
Además de eso, la zona del euro debe decidir cómo ayudar a sus próximas fichas de dominó tambaleantes -España e Italia- o qué hará si una o ambas ceden.
¿Realmente habrá una solución?
"En casi 20 años de tratar con asuntos de la UE, nunca he conocido una situación como la que vivimos ahora", ha señalado un diplomático de la zona euro esta semana. "Realmente es una solución muy, muy difícil y está lejos de ser seguro que vayamos a ser capaces de encontrar la manera correcta de salir de esta situación", agregó.
Desde que estalló la crisis en enero de 2010, la zona euro ha tenido que rescatar a peces relativamente pequeños como son Grecia, Irlanda y Portugal, después de que estos perdieran la capacidad de financiar sus déficits presupuestarios y obligaciones de deuda mediante préstamos comerciales a precios asequibles.
Ahora, dos economías mucho más grandes están en la línea de fuego y las autoridades deben considerar soluciones cada vez más radicales.
Si España, la cuarta mayor economía de la zona euro, pierde la financiación asequible en el mercado, la próxima ficha de dominó en riesgo de caer es Italia, la tercera mayor economía de la zona euro y miembro del grupo G7 de las naciones más ricas del mundo.
Un rescate para España sería probablemente el doble que los de Grecia, Irlanda y Portugal juntos, mientras que uno para al economía italiana sería todavía mayor. El PIB nominal de España es de 1,4 billones de dólares y el de Italia es de 2 billones, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 2012.
La Unión Europea ya ha aceptado prestar hasta 100.000 millones de euros para rescatar a los bancos españoles. Un alto cargo de la zona euro dijo que Madrid ha reconocido ahora que podría necesitar un rescate total por valor de 300.000 millones de euros procedentes de la UE y el FMI, si sus costos de endeudamiento siguen siendo inaccesibles. El Gobierno español ha llegado a desmentir unas informaciones que hablaban de que negocia un rescate de 300.000 millones.
Los responsables europeos han pasado los últimos días emitiendo una serie de afirmaciones en las que aseguran que tomarán medidas para frenar la crisis.
En las últimas, emitidas el domingo, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Mario Monti, se mostraron "de acuerdo en que Alemania e Italia harán todo lo posible para proteger la zona euro".
El mensaje fue similar a las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que impulsaron a los mercados financieros la semana pasada por la expectativa de que el banco tome medidas para reducir los costos de endeudamiento de España e Italia.