París, 8 mar (EFECOM).- La presidenta de la patronal francesa MEDEF, Laurence Parisot, anunció hoy que va a presentar una denuncia por difamación tras las acusaciones de que estaba al corriente ya desde antes del verano del escándalo por movimientos millonarios sospechosos de las cuentas de la federación metalúrgica UIMM.
Parisot acusó de mentir, en la cadena de televisión "France 2", a los dos últimos presidentes de la Unión de Industrias Metalúrgicas (UIMM), Denis Gautier-Sauvagnac, y Daniel Dewavrin, quienes habían puesto en duda su desconocimiento sobre el funcionamiento de una contabilidad paralela en esta federación para maniobras ocultas.
"Me parece lamentable que esos dos señores representen a la industria", se indignó delante de las cámaras la máxima responsable del Movimiento de Empresas de Francia (MEDEF), que no obstante descartó una ruptura con la UIMM.
A ese respecto, anunció que volverá a entrevistarse con el nuevo presidente de este organismo, Frédéric Saint-Geours, el próximo lunes, y marcar la diferencia entre éste y sus dos predecesores que "son personas que representan la vieja guardia".
Parisot ha reafirmado en los últimos días su voluntad de hacer tabla rasa y modificar el funcionamiento de esta sección patronal para darle "transparencia", después de las revelaciones sobre sus usos, que tanto Dewavrin como Gautier-Sauvagnac, han afirmado que son los mismos desde hace un siglo.
El detonante de la última crisis fue la confirmación la semana pasada de que la UIMM había aceptado indemnizar con 1,5 millones de euros a Gautier-Sauvagnac al dejar el cargo, tras su imputación judicial, y asumir las consecuencias "fiscales" que podrían derivarse para él.
El ya ex dirigente patronal está imputado por abuso de confianza y otros cargos en relación con la retirada, bajo su mandato, de casi 20 millones de euros en efectivo de las cuentas de la UIMM entre 2000 y 2007.
La justicia sólo ha rastreado tres millones. Se desconoce a dónde fue a parar el resto, en medio de sospechas de que parte pudo destinarse a financiar de forma oculta a sindicatos. También a ayudar a las empresas a resistir en caso de huelga. EFECOM
ac/jlm