
Al usar otros criterios rebaja las necesidades en, al menos, 6.600 millones brutos.
A pesar de que el ejercicio de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger no estaba diseñado para conocer las necesidades individuales de las entidades españolas, los criterios utilizados siembran dudas sobre si a Bankia se le concederán los 19.000 millones de euros netos contemplados en su plan de recapitalización o esta cifra deberá ser rebajada.
Esto es así porque Goldman Sachs en su día, de acuerdo con el Ministerio de Economía, utilizó otros criterios para establecer las ayudas que Bankia precisaba para ser convenientemente recapitalizada. Así, la cifra hallada fue de 22.200 millones de euros brutos (19.000 millones netos), además de la conversión en acciones de 4.465 millones de euros en preferentes en poder del Frob. Para llegar a este volumen de ayudas, el banco de inversión puso a valor de mercado las participadas de Bankia, en previsión de una venta inmediata, y no tuvo en cuenta los beneficios fiscales. Además, tampoco contempló la conversión en capital de sus emisiones de preferentes y subordinadas y, para protegerse de gastos adicionales de reestructuración no previstos inicialmente, no tuvo en cuenta los beneficios antes de provisiones de los tres próximos ejercicios. Tras esta inyección el core capital de BFA se situaría en 9,8 por ciento y el de Bankia en el 9,6 por ciento.
Pero según explican fuentes del Ministerio de Economía las dos consultoras externas no han tenido en cuenta, para hallar las necesidades de capital de las entidades, ni las participadas ni los activos fiscales, ya que han centrado su análisis en el riesgo de crédito de las entidades. Eso quiere decir que si se descuentan estos dos factores, las necesidades de Bankia disminuirían en 6.600 millones de euros brutos. Además, para sus cálculos se ha tenido en cuenta elementos para absorber las hipotéticas pérdidas planteados en los escenarios, como capacidad de generar ingresos y los colchones de capital. Por último, en el escenario estresado, el que sirve para establecer el volumen de ayudas que precisará el sector financiero español, se exige un ratio de capital del 6 por ciento.
Todo esto quiere decir que los cálculos sobre Bankia, el de Goldman Sachs y el de las consultoras, no son comparables, por lo que lejos de avanzar en el volumen de ayudas que precisará la mayor entidad española en apuros, se ha sembrado dudas sobre la cifra que finalmente recibirá.
Tras el informe de Oliver Wyman y Roland Berger, se tiene que esperar ahora al trabajo de las auditoras, que en una primera fase examinarán la correcta clasificación de los créditos, las refinanciaciones y la adecuación de las provisiones de las carteras crediticias.
Después vendrá otro trabajo, al que se incorporará una de las dos consultoras externas, y que determinará en septiembre, tras un exhaustivo trabajo de campo, cuáles serán las necesidades adicionales de capital de cada entidad. Del criterio que se escoja en estos trabajos dependerá el volumen de la recapitalización de Bankia. El primero, el de Goldman Sachs, fue pilotado y pactado con Economía, en el segundo, todo el proceso cuenta con el control y la coordinación de la Comisión Europea.
Negociación con Bruselas
De todos modos, fuentes financieras aseguran que el suspense sobre Bankia no se prolongará hasta septiembre, ya que el Gobierno es el primer interesado en que el mayor problema del sistema financiero, por su volumen, que no por su gravedad, debe ser resuelto cuanto antes. Así, los contactos con Bruselas son constantes para acelerar el proceso, tanto de nacionalización como de inyección de ayudas públicas en el menor plazo posible.
Así, aunque Bankia aún no ha sido nacionalizada, la valoración de las preferentes del Frob y su consiguiente conversión en acciones es un proceso que se puede resolver en los próximos días.
Además, la recepción de las ayudas, al menos de una parte, se podría producir en el mes de julio. Esto querría decir que aunque el Frob, en estos momentos, aún no ha aterrizado en la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri, será una de las primeras, sino la primera en recibir ayudas europeas.
Las otras entidades financieras en las que tampoco hará falta esperar a septiembre son las que ya están nacionalizadas, y con las que se cerraría el grueso de las peticiones, NovaGalicia, Banco de Valencia y CatalunyaCaixa, a las que habría que actualizar la due dilingence realizada el año pasado para establecer el volumen de ayudas para sanearlas definitivamente.