
Hace más de un año, los líderes de la Eurozona alcanzaron un acuerdo sobre las aportaciones de cada estado miembro al futuro fondo de rescate permanente (el ESM, por sus siglas en inglés). El objetivo es que el fondo tenga una capacidad real de préstamo de 500.000 millones para poder socorrer a países con problemas de solvencia. España debía aportar el 12% del total. Pero, a menos que cambien las cosas, no tendrá ni de lejos esta cantidad, según explica el Wall Street Journal.
El ESM, el sucesor del fondo de rescate temporal, debe entrar en vigor en julio. Creado con el objetivo de proporcionar ayuda a los países, se configuró como un cortafuegos para evitar que los problemas de deuda se extiendan rápidamente por toda la región.
Pero, aunque su capacidad real de préstamo es de 500.000 millones, ya hay que empezar a descontar las garantías que tendrían que aportar los países que ya han pedido un rescate, una contribución que finalmente no se realizará.
- España tendría que aportar el 12% del total del fondo. Ya hay que restar 59.500 millones.
- Grecia debería aportar el 2,8%. Supone que hay que descontar otros 14.100 millones.
- La aportación de Portugal al fondo sería del 2,5%. Hay que restar 12.500 millones más.
- La contribución de Irlanda al fondo asciende al 1,6%, otros 8.000 millones menos.
- Chipre, al borde del rescate, debería aportar un 0,2% del fondo. Otros 981 millones.
La suma de todas las cantidades arroja como resultado 95.000 millones en garantías que tendrían que venir de países que ya han solicitado o recibido un rescate. De este total, ya se habrían pagado aproximadamente 15.000 millones por adelantado.
Eso significa que el fondo, tal cual está configurado podría hacer corto en 80.000 millones, lo que dejaría su capacidad real de préstamo en cerca de 420.000 millones. Si Italia siguiera por el camino de España y solicitara un rescate, habría que descontar otros 76.000 millones más (el 18% del total).
Si el fondo de rescate mantiene su objetivo de tener una capacidad de préstamo de 500.000 millones sin contar con las aportaciones de los periféricos, la parte combinada de los pasivos de Alemania y Francia supondria el 75% del total. Quizá este mecanismo entrará en vigor con una capacidad menor de lo esperado.