Economía

El príncipe Felipe defiende la protección social para luchar contra la crisis

Ginebra, 8 jun (EFE).- El príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, expresó hoy la necesidad de hacer frente a la destrucción de empleo y de proteger a los sectores más vulnerables durante su visita a Ginebra, donde intervino ante la 101 Conferencia de la OIT y se entrevistó con los jefes de las agencias de la ONU en Ginebra.

El heredero de la corona española intervino ante el plenario de la Conferencia de la OIT cinco años después de su primera intervención en 2007, cuando defendió la necesidad de garantizar un trabajo decente para humanizar los cambios económicos y garantizar así que la globalización ofrezca ventajas a todo el mundo.

Ahora, con la crisis como telón de fondo, el príncipe volvió a expresar hoy en su discurso la inquietud por el impacto que sufren los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

"Las crisis nos han enseñado que entre la recuperación económica y la recuperación del empleo suele existir un desfase considerable", dijo Don Felipe, quien defendió "acompañar las medidas concebidas para impulsar el crecimiento con otras que permitan frenar la destrucción de empleo y que garanticen la protección social".

El príncipe hizo una referencia especial a quienes peor lo pasan: "en un momento como el actual debemos especialmente actuar y ocuparnos de aquellas personas sin trabajo, de aquellas familias que tienen a todos sus miembros en paro y, en particular, del futuro de los jóvenes que no encuentran oportunidades laborales", manifestó.

Según declaró don Felipe, "resulta inaplazable encontrar conjuntamente alternativas que nos permitan dejar atrás la crisis" con iniciativas y medidas que permitan "impulsar el bienestar, el crecimiento económico y ofrecer soluciones capaces de crear empleos estables y dignos, especialmente para los jóvenes".

Ante los delegados de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el príncipe de Asturias se refirió de manera específica a "la difícil situación del mercado laboral español", haciendo hincapié en "el altísimo e inaceptable nivel de desempleo, sobre todo en los más jóvenes", pero se mostró confiado de cara al futuro.

En este sentido, subrayó "la voluntad de superación de los españoles ante las dificultades" y destacó "realidades como la amplia diversificación sectorial y geográfica de la economía española, su alta competitividad con empresas líderes en muchos sectores y la excelente formación de muchos jóvenes españoles".

El príncipe recordó la primera intervención del rey Juan Carlos ante esta Conferencia en 1979 para hacer hincapié en "la contribución esencial que la OIT había desempeñado para la humanización de la vida laboral en todo el mundo".

El director general de la OIT, el chileno Juan Somavía, agradeció a España "la fidelidad a los valores de la OIT" y aludió también al discurso en 1979 de "un joven rey español, que prácticamente tenía la edad de su Alteza Real y que jugó ese papel tan histórico, tan central en la transición de España a la democracia".

"(El rey Juan Carlos) se dirigió a la Conferencia y habló del valor central de la justicia social. Se refería al proceso de transición que atravesaba entonces España, pero hoy se aplica al proceso de transformación que vive el mundo", expuso Somavía.

Hablando del momento actual de la sociedad española, el director general de la OIT comunicó al príncipe que en esta organización "todos somos sensibles ante el momento que vive España" y señaló que "el diálogo social, tan esencial en la construcción de la democracia española, será de nuevo el pilar para construir la recuperación".

Tras su discurso ante la Conferencia, el príncipe se entrevistó con el presidente de Túnez, Mohamed Moncef Marzkouzi, ante quien manifestó su interés por la preparación de la nueva Constitución del país magrebí y al que expresó el reconocimiento de España a los progresos de la transición tunecina, según informaron fuentes de la Casa Real.

Posteriormente, se trasladó a la residencia de la embajadora española ante la ONU, Ana Menéndez, donde almorzó junto a los jefes de las principales agencia de la ONU, la ministra de Trabajo, Fátima Báñez y el secretario de Estado de Exteriores, Gonzalo de Benito.

En el almuerzo participaron el secretario general de la oficina de la ONU en Ginebra, Kassym-Jomart Tokayev, la directora general de la OMS, Margaret Chan, el director general de la OMC, Pascal Lamy, el director general electo de la OIT, Guy de Ryder, el director general de la OMPI, Francis Gurry, el director general de la UNCTAD, Supachai Panitchpadki, y el presidente del CICR, Jakob Kellenberger.

Fernando Puchol

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky