
En la última semana, no solo el Gobierno español ha reclamado una mayor intervención del BCE para frenar la especulación. Otras voces que van desde el FMI, hasta el premio Nobel de Economía Paul Krugman pasando por el primer ministro británico, David Cameron, han pedido al organismo hacer más para evitar una ruptura del euro. El último en sumarse ha sido el presidente de Goldman Sachs Asset Management, Jim O'Neill.
En su carta semanal, que recoge Business Insider, va más allá y se muestra convencido de que el BCE hará todo lo posible para evitar el contagio: "Piensen en inyecciones masivas de liquidez", apunta.
O'Neill también se refiere a España, "el otro país que permanece en la línea de fuego". Al respecto, piensa que se hará algo con la intención de calmar la presión del mercado, "especialmente después de que un gran número de políticos están diciendo cosas buenas sobre los esfuerzos de España".
La cuestión griega
Sobre Grecia, el presidente de Goldman Sachs AM piensa que el país encara un ultimátum en las elecciones del próximo 17 de junio. "A los griegos se les ofrece dos opciones bastante simples", apunta. La primera, aceptar las promesas y condiciones que precedieron al segundo rescate internacional (lo que probablemente les ayudará a recibir apoyo y estímulos adicionales). O, segunda, "decir no a todo eso y dejar el euro".
Los líderes europeos tienen que animar a los electores griegos a pensar con claridad, asegura O'Neill. Por eso, tal vez, la declaración de este fin de semana del G-8 no fue más contundente al respecto, señala. En su opinión, parece razonable que si el resultado de las elecciones helenas supone de alguna manera un sí a seguir en la Eurozona, Grecia reciba un mayor apoyo del exterior.
Aunque O'Neill piensa que es evidente que existe un riesgo significativo de contagio altamente desestabilizador, también prevé que se producirán grandes iniciativas que ayudarán a crear un firewall, por ejemplo "la inyección de una gran cantidad de liquidez por parte del Banco Central Europeo".
Del mismo modo, está convencido de que en el medio y largo plazo, el resultado de las elecciones francesas y la posterior respuesta alemana serán más significativas que las propias elecciones en Grecia. En este punto, O'Neill recuerda las palabras del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, en favor de unos salarios más altos en Alemania y el reconocimiento del Bundesbank de que la inflación podría elevarse en casos puntuales por encima del objetivo del BCE, son dos puntos positivos.
Adicionalmente, el resultado de las elecciones en Renania del Norte-Westfalia se suma a la creciente probablilidad de que Alemania acepte los eurobonos, añade O'Neill.