
Italia busca captar 450.000 millones de euros en los mercados de deuda durante 2012, un año particularmente duro en lo que se refiere a los vencimientos de los títulos de Estado italianos a medio y largo plazo y en el que aún quedan cerca de 260.000 millones de euros en bonos por vencer.
El valor de las emisiones realizadas hasta la última subasta de deuda del pasado 27 de abril, en la que se colocaron 4.916 millones de euros en bonos a 5 y 10 años, representa cerca del 43 por ciento del objetivo anual, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas.
En esa emisión, que precede a la nueva tanda de tres que empieza el próximo viernes, se confirmó la tendencia al alza en los tipos de interés exigidos por los inversores que se inició el 11 de abril y que interrumpió el descenso de los rendimientos registrado desde finales de 2011, tras las primeras medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno de Mario Monti.
Del mismo modo y tras quedar por debajo de los 300 puntos básicos a principios de marzo gracias al "efecto Monti", la prima de riesgo italiana volvió a niveles que oscilan entre los 380 y 400 puntos básicos, pero lejos del máximo histórico de 551 puntos del 9 de noviembre de 2011, días antes de la dimisión del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
El profesor de Técnica Financiera de la Universidad LUISS de Roma, Mario Comana, considera que la primera rebaja en la prima de riesgo, "que no tuvo lugar de forma inmediata tras la designación de Monti sino un tiempo después, reflejó la mayor confianza que los mercados otorgaron al primer ministro y al cambio que significaba".
En una conversación telefónica con EFE, Comana subrayó cómo las primeras medidas adoptadas por Monti, con un plan de ajuste de 30.000 millones de euros, fueron "decididas, severas y bastante bien acogidas por los ciudadanos italianos", mostrando una idea de una voluntad de cambio de rumbo por parte del país.
En los meses sucesivos, según este experto, "el consenso de los italianos" ha venido a menos, por lo que "la salvaguardia de las cuentas italianas se ha vuelto un poco más incierta" influyendo negativamente sobre la prima de riesgo.
También han pesado, a juicio de Comana, las nuevas tensiones por la crisis que atraviesa la zona del euro, los recelos que despierta España y "el temor a un posible contagio", así como un "ulterior deterioro en la coyuntura de la economía real a nivel global".
"Considerando que uno de los modos para alcanzar el equilibrio presupuestario es lograr un crecimiento del producto interior bruto, si no se prevé un crecimiento del PIB esto hace más difícil alcanzar el equilibrio, por lo tanto hace más peligrosa la deuda pública" y lleva a una nueva subida de la prima de riesgo, agregó.
En este sentido, en las previsiones macroeconómicas remitidas a finales de abril a Bruselas, el Gobierno estima que el PIB se contraerá en 2012 un 1,2 %, para crecer en 2013 un ligero 0,5 %, mientras que prevé un déficit público este año del 1,7 % y del 0,5 % el que viene.
Comara se refirió además a las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) que fueron aprovechadas por los bancos italianos para adquirir títulos de deuda pública, y consideró que la interrupción de dicha práctica ha influido en el hecho de que la prima de riesgo haya aumentado.
Por su parte, el profesor de Economía de la LUISS Giovanni Fiori señala como motores de la bajada de la prima de riesgo las inyecciones de liquidez del BCE y la "credibilidad" que otorgó la llegada de Monti con la aprobación de sus primeras medidas para garantizar el equilibrio presupuestario en 2013.
Sin embargo, considera que el Ejecutivo tecnócrata no está "acabando su trabajo" y "se encuentra en un punto muerto en lo que se refiere a las medidas de crecimiento económico", lo que junto al "problema" de la incertidumbre sobre la situación española, han contribuido al reciente avance del riesgo país italiano.
Fiori destacó además la especulación como factor clave en ese avance y aseguró que "la prima de riesgo está volviendo a subir porque los especuladores han visto que España tiene dificultades" y piensan que, en el caso de un contagio, Italia sería la primera afectada.
Con un déficit público no muy abultado en comparación con sus socios comunitarios, el hecho que más incertidumbre genera sobre las finanzas de Italia es el elevado nivel de su deuda pública, que cerró 2011 en un 120,1 % del PIB y que el Ejecutivo prevé que este año ascienda hasta el 123,4 % para bajar al 114,4 % en 2015.