
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha vuelto a defender hoy sin fisuras la necesidad de las políticas de austeridad y de las reformas para crecer y ha instado a las comunidades autónomas y, en concreto a la Generalitat de Cataluña, a hacer "política con mayúsculas" y pensar en el interés general. Rajoy piensa que tiene que "cumplir con su deber" y advierte del riesgo de no encontrar financiación.
"Es el momento de hacer cosas juntos y cosas grandes porque el momento es difícil", ha afirmado en rueda de prensa en La Moncloa junto al secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
Preguntado por la posibilidad de que los recortes se traduzcan en una "primavera caliente" en la calle, ha señalado que el Ejecutivo, al margen de las movilizaciones que promuevan los sindicatos, "va a cumplir con su deber": "si no, no seríamos dignos servidores de nuestro país", ha manifestado.
"Creo firmemente que tengo que cumplir con mi deber", ha reiterado antes de advertir de que el riesgo es no encontrar financiación en los mercados, límite al que ya han llegado otros socios europeos.
Decisiones al margen de los sindicatos
Rajoy ha asegurado que "cumplirá con su deber" y hará "lo necesario" para que en España vuelva a haber crecimiento y creación de empleo, sin pensar en las decisiones que tomen los sindicatos.
"No podemos estar pensando en si los sindicatos hacen una cosa u otra (...) no seríamos dignos servidores del país", ha dicho Rajoy durante su intervención.
El jefe del Ejecutivo ha admitido que ha tomado decisiones "difíciles" que muchos españoles no comparten y que tardarán cierto tiempo en producir efectos, pero ha asegurado que no puede estar pensando si los sindicatos convocan o no una manifestación.
Así, ha reiterado que el Gobierno hará lo que tenga que hacer para volver a crecer y crear empleo, porque los españoles han demostrado que cuando se generan las condiciones necesarias son capaces de generar nuevos puestos de trabajo. "Creo que se puede producir", ha dicho.
La austeridad no la marca Merkel
Por otro lado, Rajoy ha rechazado que la política de austeridad sea la política que marca Angela Merkel y ha recordado que cuando España entró en el euro en el año 1998 asumió una serie de compromisos, como el resto de países, entre los que estaba la necesidad de disponer de unas cuentas "saneadas". Un compromiso "razonable", según Rajoy.
En esta misma línea, ha recordado que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió después en el Consejo Europeo a reducir determinados niveles de déficit basándose en una política que no es de un país, sino de toda la Unión Europea, del euro y de un proyecto en el que están muchos países porque así lo han querido.
"Además, es lo que he defendido siempre", ha aseverado Rajoy, quien ha recordado que cuando estaba en la oposición llamó la atención sobre la necesidad de vigilar el "gasto público desmesurado" y de hacer reformas para garantizar el crecimiento. "Ahora defiendo lo mismo", ha subrayado.
No quiere "debates menores"
Además, ha aprovechado para pedir que no se hagan "debates menores", en alusión a las peticiones de muchos grupos políticos de suavizar los objetivos de déficit, porque hay que decir "la verdad" de las cosas y entender que no se puede gastar lo que no se tiene.