Bruselas, 25 abr (EFE).- El presidente del BCE, Mario Draghi, propuso hoy un "pacto de crecimiento" a los líderes de la UE, pero sin dejar de lado los "inevitables" ajustes, al tiempo que no dio ninguna señal de esperanza a bancos y gobiernos sobre posibles nuevas intervenciones de apoyo.
En una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Draghi afirmó que la actividad económica en la eurozona está estancada, pero que la "incertidumbre prevalece" y que el crecimiento debe ser apoyado por la demanda extranjera, los tipos de interés a corto plazo muy bajos y las medidas excepcionales del BCE.
Su estrategia para salir de la crisis pasa, en este contexto, tanto por impulsar el crecimiento como por la austeridad recetada en Bruselas: "Hemos tenido el pacto fiscal, ahora lo que está más presente en mi mente es tener un pacto de crecimiento", señaló.
Fuentes comunitarias avanzaron a Efe que los principales dirigentes de la UE preparan un giro hacia el crecimiento económico visto que las actuales políticas de austeridad han llegado a su límite y tienen cada vez más rechazo, y añadieron que podría haber más detalles incluso mañana, durante un foro económico en Bruselas.
Draghi calificó, no obstante, de "inevitable" la consolidación fiscal, pese a tener "algunos efectos de contracción a corto plazo".
También se refirió a las dos operaciones de inyección de liquidez a tres años a la banca por valor de un billón de euros y al programa de compra de deuda soberana en el mercado secundario, y en ambos casos rebajó las perspectivas de nuevas intervenciones.
El eurodiputado del Partido Popular español Pablo Zalba le preguntó si el BCE va a reactivar el programa de compra de deuda soberana para rebajar los costes de financiación de España, teniendo en cuenta los esfuerzos del Gobierno a la hora de acometer ajustes y reformas.
"Estoy completamente de acuerdo, el Gobierno español está haciendo un esfuerzo importante, extraordinario y ciertamente ha logrado y está logrando progresos notables", respondió Draghi.
"No tenemos ninguna razón para dudar del compromiso absoluto del Gobierno español para acometer las reformas necesarias", recalcó, al tiempo que aseguró que por eso "toda la Unión está al lado de España y ciertamente el BCE".
Pero, dijo, el programa de compra de deuda "no es eterno ni infinito (...) Ha estado ahí, pero no debemos olvidar que el BCE tiene que actuar dentro de su mandato principal y el Tratado, y los límites del Tratado prohíben la financiación monetaria", recordó.
El vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, insistió por su parte en que "el programa existe; no ha sido abandonado".
El presidente del BCE alegó además que los tipos de interés permanecen bajos y los tipos reales a corto plazo en negativo.
Draghi aseguró que el BCE "usará todos los instrumentos a su disposición" para hacer frente a posibles riesgos a la estabilidad de los precios si se materializaran, y que la inflación se situará por debajo del 2 % el próximo año.
Eludió pronunciarse sobre una posible tercera inyección de liquidez a la banca, pero recordó que se trata de una medida temporal.
"Todas las medidas especiales son temporales por naturaleza y más aún, el apoyo de liquidez no puede ser un sustituto de capital o de políticas fiscales y estructurales sólidas", apuntaló.
El presidente del BCE dijo que las dos operaciones llevadas a cabo en diciembre y febrero "han sido bastante oportunas y en general exitosas", aunque solo fuera para ganar tiempo.
Eso "ya es un éxito extraordinario en sí", indicó Draghi, quien sostuvo que la situación financiera de los mercados ha mejorado mucho y en los primeros tres meses de 2012 se ha emitido tanta deuda como en 2011.
Para Draghi, la inyección de liquidez ha permitido reabrir hasta cierto grado los canales de crédito y "ha llegado muy cerca de la economía real", aunque esta medida no impulsará por si sola los préstamos a empresas y hogares.
Confió en este sentido en que los bancos usen la liquidez para refinanciar la economía real.
Relacionados
- Buch aboga por adaptar "caso por caso" los horarios comerciales para conciliar demandas del sector y de los consumidores
- Nicolás Redondo aboga por una "política fiscal progresiva" para "conseguir conquistas sociales"
- El Partido Popular aboga por aprovechar las ayudas europeas en momentos de crisis
- De la Riva aboga por hacer del libro objeto "de primera necesidad" y cree "urgente" la recuperación de su protagonismo
- PP rechaza consensuar una propuesta de financiación y aboga por una revisión y aplicar "mecanismos excepcionales"