Más sombras que luces. Esa es la visión que la patronal CEOE percibe del Proyecto de Presupuestos del Estado presentado por el Gobierno para 2012, que concentra el ajuste más en la parte de los ingresos que en los gastos, "lo que no favorece en el largo plazo la sostenibilidad de las cuentas públicas".
Una afirmación que se incluye en el último Informe de Situación Económica de la organización empresarial, correspondiente al mes de abril, y en el que se advierten riesgos de retirada de inversiones y de nuevas subidas de impuestos.
El impacto negativo sobre la inversión viene derivado de la subida en el Impuesto sobre Sociedades, que se cuantifica en 5.350 millones de euros, concentrando el 43,3 por ciento del total del aumento recaudatorio por las medidas tributarias. Sin embargo, para CEOE, hubiera sido preferible un esfuerzo adicional por la vía del gasto no productivo, "por los efectos que este tipo de medidas pueden tener sobre las empresas españolas, no sólo en la liquidez, sino en sus planes de inversión".
Además, la patronal estima que las reformas "olvidan la importancia que tiene el establecimiento de un marco fiscal previsible que otorgue seguridad jurídica a las empresas y no se vea sometido a fuertes cambios". Por lo que esta reforma "no favorece la atracción de la inversión empresarial extranjera".
Una austeridad matizada
Respecto al esquema de ingresos y gastos, el informe subraya que una vez más el Estado es la Administración que concentra el mayor grado del ajuste, y por ello, "su margen de reducción del déficit es cada vez menor". Y, recuerda que los intereses de la deuda, el desempleo y las pensiones suponen el 60 por ciento del gasto público consolidado.
Un gasto al que este año se añaden la aportación de España al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), las obligaciones del Estado de ejercicios anteriores y la liquidación del sistema de financiación de las comunidades autónomas de régimen común de 2010, "que se había hecho con los parámetros del antiguo sistema de financiación y que este año se debe actualizar con el nuevo sistema".
Por ello, al incluir estas partidas, "el Presupuesto de Gasto no Financiero del Estado es de 152.629,8 millones de euros, es decir, aumenta un 1,7 por ciento en relación a 2011". Por tanto, el Servicio de Estudios de CEOE concluye que la caída del 6,7 por ciento del gasto es "en términos homogéneos", es decir, sin tener en cuenta las obligaciones del Estado de ejercicios anteriores ni el gasto del sistema de financiación, por lo que, "de este modo la austeridad queda matizada".
Por otra parte, y al margen de las distorsiones que introduce la liquidación del nuevo sistema de financiación autonómica, se estima que los ingresos impositivos aumenten un 4,3 por ciento respecto a los del año pasado. Pero el informe de la patronal recuerda que "el exceso de optimismo de las previsiones de ingresos en los presupuestos iniciales de 2010 y 2011, llevó a la necesidad de adoptar medidas adicionales de subidas de impuestos para tratar de contener el déficit público".
Teniendo en cuenta estos precedentes y si la ejecución presupuestaria se desvía del objetivo previsto -hasta febrero el déficit del Estado era ya del 2% del PIB- "la probabilidad de subir de nuevo los impuestos, tanto directos como indirectos es elevada".
Actividad productiva
CEOE advierte al Gobierno de que si se introducen medidas de racionalización del gasto en algunos servicios públicos como sanidad y educación, "es imprescindible que se aprueben con premura las Leyes de Acompañamiento que aceleren las reformas en estos ámbitos para que la implementación sea más rápida a todos los niveles de la Administración Pública".
La organización empresarial española alerta, asimismo, respecto al hecho de que la reducción del gasto no financiero recaiga en la formación pública de capital físico, humano y tecnológico.
Observa en este punto cómo en los últimos años hay una tendencia a reducir el peso en el presupuesto de las políticas destinadas a la actividad productiva, que representaban el 13 por ciento del total del gasto consolidado en 2008 y no alcanzan el 9% en 2012, "mínimo desde que España forma parte de la Eurozona".
Por ello, y en vista de que en los presupuestos de 2012 es la partida de gasto que más cae, un 17%, la patronal apunta que estas líneas de actuación deben entenderse "exclusivamente en el contexto extraordinario de la economía española, pero deben tener un carácter temporal, para volver lo antes posible a una política presupuestaria más favorable para el avance de la productividad y, por tanto, del potencial de crecimiento".