Economía

Vuelven a aumentar las remesas que envían los inmigrantes por la economía sumergida

Las remesas que los inmigrantes envían a sus países han vuelto a crecer. De hecho, se trata del primer incremento desde que comenzara la crisis. En concreto, han aumentado un 0,83%, hasta los 7.268 millones de euros, respecto a 2010, de acuerdo con los datos del Banco de España. Una cantidad que, aunque pequeña, resulta significativa.

Para empezar es llamativa porque entre 2010 y 2011, la población extranjera ocupada cayó un 8,53%, hasta dejar la tasa de paro entre los inmigrantes en el 34,82 por ciento. Con estos datos sobre la mesa, Rafael Pampillón, catedrático de Economía de la Universidad San Pablo CEU, se explica este aumento, en parte, por la adaptación de la población inmigrante a la economía sumergida para poder seguir enviando remesas a sus países de origen.

Según datos de Fedea, la pérdida de empleo entre la población extranjera duplica a la de la nacionales. Así, en el cuarto trimestre de 2011, de cada 100 extranjeros empleados en los tres meses previos, 11 perdieron su puesto de trabajo, mientras que entre los nacionales la cifra cayó hasta cinco. La respuesta a este doble dígito se debe, explican desde Fedea, a que "los inmigrantes tienen empleos más precarios y están concentrados en sectores de actividad donde la pérdida de empleo es mayor".

Al igual que la población joven, muchos inmigrantes llegaron a España seducidos por los altos salarios de la construcción. Esto sucede, además, entre uno de los colectivos considerado de "difícil reinserción" al mercado laboral.

El 'lado oscuro'

En la misma línea se manifiesta Pampillón. "Los inmigrantes son una población más flexible y más necesitada de recursos económicos". Es decir, prefieren cobrar un salario más bajo, cambiar de ciudad y de empleo, trabajar más horas e incluso pasarse al lado oscuro de la economía con tal de no perder su fuente de ingresos.

Precisamente esa flexibilidad que han demostrado los inmigrantes es la que puede haberles llevado a aumentar la cantidad de dinero que mandan a sus países de origen. Para la vicerrectora de Investigación, IE Universidad, Gayle Allard, la rigidez del mercado laboral español ha ocasionado, en parte esta situación contradictoria. Hasta que la nueva norma elaborada por el Ministerio de Empleo entró en vigor, era complicado bajar el sueldo de un empleado, o mandarle a otra ciudad. Aunque la población extranjera, al ser más flexible, tenía más facilidad para mantener su puesto de trabajo, lo que ha influenciado a la hora de que los envíos de dinero a sus países de origen hayan crecido.

Sin embargo, el catedrático llama la atención sobre un dato. "Si en la economía sumergida, y también en la legal, los inmigrantes cobran menos, también se deberían enviar menos remesas". De manera que el aumento de éstas se debe, en su opinión, al "espectacular crecimiento de la economía subterránea". "Parece que los extranjeros que trabajan en esa economía informal están aumentando su masa salarial" lo que aumenta las remesas.

La economía sumergida ha crecido en las últimas décadas. De acuerdo con los datos facilitados por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), a principios de los años 1980 la tasa de economía sumergida era del 15,5%, en 2009 la tasa es del 23,3%. Es decir, se calcula que se evadieron en torno a 245.000 millones de euros.

Atraídos

Pampillón tampoco obvia el fraude, ya que se ha detectado que hay inmigrantes que se han marchado de España, pero siguen empadronados. "En España hay 'pisos patera' donde teóricamente viven 200 personas, todas empadronadas y casi todas cobrando rentas mínimas de inserción o subsidios de desempleo", explica.

El procedimiento para realizar este fraude es sencillo, basta con que un inmigrante con varios pasaportes cobre los subsidios en España en nombre de los que están fuera. Después, ese dinero se envía desde España en forma de remesas. Y como las cantidades que se transfieren son inferiores a 3.000 euros, no está sujeto a retención fiscal y no se declaran ni pagan impuestos.

Sin embargo, la doctora Gayle Allard abunda en otros dos aspectos para explicar el aumento de las partidas enviadas. Por un lado destaca que para la población inmigrante -por ejemplo, marroquíes, rumanos o ecuatorianos- es más atractivo permanecer en nuestro país que retornar a sus lugares de origen, aunque los salarios estén a la baja o la actividad se deteriore. Por otro lado, destaca el atractivo de nuestro mercado para algunos sectores, como es el caso de la Sanidad. De hecho, el 5% de los médicos de América Latina ha emigrado.

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