
Los programas de estímulo económico aprobados por el Gobierno estadounidense desde 2008 para lidiar con crisis financiera podrían ser contraproducentes a largo plazo, según han avanzado fuentes del Departamento del Tesoro estadounidense.
Los denominados programas de estabilidad financiera podrían incurrir en un exceso de ingresos procedentes de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, al omitir el paquete de estímulo promulgado en 2009, cifrado en unos 825.000 millones de dólares (630.770 millones de euros), de acuerdo con estos responsables del Departamento del Tesoro bajo la condición de anonimato.
En declaraciones a la cadena norteamericana Bloomberg, han negado que dichos programas hayan fracasado e incluso que hayan sido demasiado caros, puesto que dichas medidas terminarán funcionando y acarrearán una menor pérdida de dinero de lo previsto.