
Rajoy ha tratado hasta ahora de acercarse al objetivo de reducir el déficit español con un drástico ajuste pero evitando las medidas con mayor coste político. No ha sido suficiente y el evitar caer en zona de rescate exige más contundencia: un recorte en los servicios públicos esenciales, por ejemplo.
España no logra sacudirse la desconfianza que genera en la UE y en los mercados. Se duda de que pueda cumplir con los objetivos comprometidos de déficit. El recorte de servicios esenciales podría ser el último as en la manga que le quede al presidente Rajoy para evitar un rescate.
El ministro De Guindos anunció el viernes, sin concretar, reformas en Sanidad y Educación. El diario El País apunta en un artículo que estos nuevos ajustes intuidos podrían dar pie a que las comunidades autónomas pudieran reducir las prestaciones sanitarias obligatorias o aumentar las tasas universitarias, algo que les ayudaría a conseguir un ansiado equilibrio en sus balances.
"Los mercados evidencian su desconfianza en España y Rajoy medita qué respuesta dar", se dice en el diario de Prisa. Los tiros irán, seguramente, por lo anticipado por De Guindos en el alemán Frankfurter Allgemeine.
Reforma financiera
Una de las principales razones de la desconfianza en España radica en la insuficiente reforma financiera ideada por Economía. Se esperan más concentraciones de entidades, pero el fondo de garantía de depósitos está casi vacío. "El sector financiero es uno de esos flancos débiles que sitúan a España en primera línea de la crisis europea", dice El País.
El látigo de los mercados, según las tesis alemanas, es la mejor manera de conseguir que los países díscolos hagan reformas y recortes, apunta el diario de Prisa. A España le han castigado con fuerza durante la última semana y le toca reaccionar.