
Indignación y dolor en Grecia el día después de que un jubilado griego de 77 años se suicidara ante el Parlamento heleno, situado en la plaza Syntagma de Atenas. El jubilado quería se disparó en la cabeza después de gritar: "¡Tengo deudas, no puedo soportarlo más!" y "no quiero dejar mis deudas a mis hijos". Twitter homenajea a #DimitrisChristoulas.
En una nota de suicidio hallada en un bolsillo de su abrigo, el hombre, un farmacéutico jubilado, culpaba a los políticos y a los problemas económicos de su decisión de quitarse la vida, según la policía.
El Gobierno "ha eliminado cualquier esperanza de que yo sobreviva y no puedo obtener justicia, no encuentro otra forma de lucha más que un final digno para no tener que empezar a rebuscar en la basura para conseguir comida". Y concluía: "Algún día, los jóvenes sin futuro tomarán las armas y colgarán a los traidores de este país en la Plaza Syntagma, al igual que hicieron los italianos con Mussolini en 1945".
Horas después del suicidio, el primer ministro griego, el tecnócrata ex del BCE Lucas Papademos, emitió un comunicado, diciendo simplemente que "en estos tiempos difíciles para nuestra sociedad, todos nosotros, Estado y ciudadanos, debemos apoyar a la gente cercana en apuros".
Protestas y homenajes
Decenas de personas acudieron a la plaza para rendir homenaje al hombre. Una nota colocada en un árbol dice "Basta ya", y en otra se lee la pregunta "¿Quién será la próxima víctima?". Otras consignas similares abundan en el mensaje y culpaban al Gobierno: "La austeridad mata", "Fue un asesinato, no un suicidio", "La sangre fluye y busca venganza".
Los "indignados", que han estado protestando en las calles contra las medidas de austeridad aprobadas en Grecia por la presión ejercida por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que han ofrecido dos rescates económicos al Estado griego, se manifestaron ayer por la tarde noche, provocando nuevos disturbios, una imagen habitual en los últimos años.
La policía griega tuvo que volver a lanzar gases lacrimógenos después de que los manifestantes volvieron a utilizar piedras y cócteles molotov en los alrededores del parlamento. Las autoridades han informado de que no habido ni arrestos ni heridos.
Grecia: situación límite
Uno de cada cinco griegos está desempleado y en la sociedad hay un sentimiento de humillación nacional que ha acompañado a los recortes en los salarios y las pensiones.
El portavoz del Gobierno, Pantelis Kapsis, reconoció ayer que el suicidio del hombre por la situación en la que se encontraba es "una tragedia humana".
Costas Lourantos, presidente del sindicato de farmacéuticos de la región de Ática, donde se encuentra Atenas, señaló que recuerda que se reunió con el hombre hace varios años y le llamó la atención su dignidad.
"Cuando gente digna como él llega a esa situación, alguien tiene que responder por ello", opinó Lourantos, que considera que hay un "instigador moral de este crimen", y es "el Gobierno, que ha llevado a la gente a esa situación de desesperación".
Lourantos ha añadido que ha recibido una llamada anónima de una farmacéutica que le ha dicho que ella será la próxima que se suicide. "Estoy como loco tratando de descubrir quién era para poder evitarlo", ha explicado.
El Gobierno griego informó el año pasado de que el número de suicidios se había incrementado un 40% en los dos años anteriores.