Economía

La escasa victoria en Andalucía complica los recortes a Mariano Rajoy

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Foto: Archivo.

La decepción del Partido Popular de Javier Arenas en Andalucía, que no obtuvo ayer la mayoría absoluta que vaticinaban casi todas las encuestas, y la incógnita de Asturias, donde el PSOE se ratifica como la fuerza más votada en un escenario de pactos inciertos, suponen el primer revés electoral para el Gobierno de Mariano Rajoy.

El mal resultado frente a lo esperado, sobre todo en el Parlamento andaluz, es la primera factura que Rajoy paga por la política de recortes emprendida en tres meses en los que el Gobierno ha aprobado un primer plan de ajuste -que incluye la subida del IRPF- y ha acometido la reforma laboral más ambiciosa de la democracia.

Rajoy cosecha además su primer revés electoral -mientras el PSOE y Izquierda Unida cogen fuerza- en la antesala de que, el jueves, se celebre la huelga general que han convocado los sindicatos y, el viernes, el Gobierno presente finalmente los Presupuestos Generales del Estado para 2012.

Precisamente, el mal resultado finalmente obtenido por Arenas pone en cuestión el retraso expreso del Ejecutivo, a la espera del 25-M, en la presentación de unas cuentas públicas decisivas. Rajoy , presionado por el candidato andaluz, ignoró las voces tanto internacionales como nacionales que apuntaban a la necesidad de acometer los ajustes con la mayor brevedad posible y no esperar al día 30 de marzo. Los mercados pondrán hoy de manifiesto si castigan o no esta decisión política.

PP pierde votos frente al 20-N

En Andalucía ganó el PP y, en Asturias, el PSOE. Pero, en número de escaños, se impone la izquierda parlamentaria en el Parlamento andaluz y las fuerzas de centro-derecha en el Principado, de manera que podría darse la paradoja de que ninguno de los dos vencedores ayer, finalmente, gobernara. IU gana mucha fuerza y pasa a ser clave en un escenario de pactos en ambas comunidades autónomas.

El Partido Popular se impuso en Andalucía con un total de 50 de los 109 escaños -la mayoría absoluta estaba en 55-, tres más que en 2008; mientras que el PSOE obtuvo 47 diputados, nueve menos que en la anterior cita electoral. Izquierda Unida duplicó su representación al pasar de 6 a 12 parlamentarios.

Sin embargo, pese a que se trata de la primera victoria -aunque sea amarga- del PP en Andalucía, la lectura nacional del porcentaje de votos refleja que el 25 de marzo ha supuesto el primer castigo también para Rajoy . Los populares han bajado cinco puntos en porcentaje de voto (lograron el 40,6%) frente a la cita del pasado 20 de noviembre; mientras que los socialistas de José Antonio Griñán han recuperado tres puntos frente a los comicios generales, al situarse en el 39,5%.

Es destacable además la participación, que bajó más de once puntos al situarse en el 61,97% frente al 73,65% de la anterior cita electoral que, como venía siendo habitual, se celebraba con las elecciones generales. La abstención fue de un 38,03%.

La izquierda, por tanto, logró resistir en Andalucía, mientras que Arenas, si no hay sorpresas, se quedó por cuarta vez sin conseguir su sueño de ser el presidente de la Junta de Andalucía.

Arenas calificó como "un hecho histórico" que su formación ganara las elecciones, si bien aseguró que el PP-A será "el partido del diálogo", que garantizará "la gobernabilidad y la estabilidad en Andalucía". Griñán, a quien no pasó suficiente factura el escándalo de los ERE, sacó pecho por haber logrado, al menos de momento, mantener el último gran bastión socialista tras 30 años en el poder. Remarcó que el PSOE "nunca se arruga" y llamó a IU al diálogo al asegurar que Andalucía tiene que "contar con un gobierno estable que haga frente a los desafíos futuros".

El Principado ingobernable

En Asturias, donde se elegían 45 diputados, el PSOE de Javier Fernández se impuso en las urnas con 16 escaños, uno más que en las elecciones celebradas el 22 de mayo. FAC, la formación liderada por Francisco Álvarez Cascos, que ganó en la pasada elección baja a ser la segunda fuerza política con 13 diputados. Mientras, el PP de Mercedes Fernández se mantiene con 10 escaños, IU ganó uno hasta los 6 y UPyD entra en el Parlamento.

Ante este escenario de pactos necesarios, tanto Cascos y Fernández desde Asturias, como Cospedal desde Madrid, dejaron la puerta abierta al diálogo y a la negociación entre las fuerzas de centro-derecha que se imponen en escaños. La número dos del PP, que criticó una vez que la cita con las urnas era innecesaria, puso el acento en la necesidad de "garantizar la gobernabilidad", ya que PSOE, IU y UPyD se quedarían a un escaño de la mayoría absoluta.

Rubalcaba salva los muebles

En lo estrictamente político, a la espera de futuros pactos, Rajoy pierde la oportunidad de congregar el mayor poder jamás obtenido por una formación en la historia. El PSOE, sin embargo, sale reforzado tal según remarcó ayer la número dos socialista, Elena Valenciano, en la que es la primera prueba de fuego del nuevo secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Valenciano interpretó los resultados como "la primera manifestación" de un cambio de tendencia electoral y un "fracaso" del Gobierno de Rajoy.

Según Valenciano, en Andalucía y Asturias los ciudadanos castigaron al PP "por sus engaños, por aprovechar la crisis para encubrir una agresión a los derechos de los trabajadores y un intento de desmontar el Estado social". Destacó que frente a los nueve puntos que el PP sacó al PSOE en Andalucía, ahora la ventaja se ha quedado en un punto y, en Asturias, frente a los seis puntos que le sacó el PP al PSOE el 20-N, ahora los socialistas se han puesto 10 puntos delante.

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