La Comisión Europea pretende que España le ceda su poder, contemplado en la legislación nacional, de vetar el acceso de empresas extracomunitarias a licitaciones de contratos públicos si el país de origen discrimina a las compañías españolas.
El Ejecutivo comunitario considera que esta norma española "fracciona el mercado interior". "Observamos en una decena de países europeos -como Reino Unido o España, sin hablar de los que anuncian medidas nuevas- proteccionismo o medidas de restricción desordenadas sobre una base estrictamente nacional", ha dicho el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier.
"En España hay un mecanismo que consiste en que cuando una empresa quiere participar en una licitación, las autoridades españolas verifican mediante su representación en el país afectado que haya reciprocidad. Si no hay reciprocidad, las autoridades españolas pueden cerrar ese mercado", ha explicado Barnier.