Un fuerte terremoto de 7,6 grados en la escala de Richter y con epicentro en el estado de Guerrero sacudió el centro y el sur de México durante el mediodía del martes. El seismo provocó el balanceo de numerosos edificios en Ciudad de México algo que levantó el pánico entre los trabajadores y residentes, que salieron inmediatamente asustados a la calle.
El Servicio Geológico de EEUU ha establecido la intensidad del terremoto en 7,6 grados y dijo que el epicentro se situó a 11 kilómetros bajo tierra. Según la Encuesta Nacional de Sismología de México, el seismo tuvo epicentro al suroeste de Ometepec y se sintió con fuerza en Oaxaca.
A través de su cuenta en Twitter, el alcalde de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, dijo que el sistema de agua y otros "servicios estratégicos" no habían registrado problemas.
Hasta el momento, no ha habido informes sobre posibles daños importantes ni heridos. Eso sí, el servicio telefónico fue interrumpido inmediatamente en la ciudad y en toda el área donde se sintió el terremoto, según AP.
