
La deuda autonómica marcó en 2011 un récord histórico. Tras subir un 17,2% en el año, alcanzó la cifra inédita de 140.083 millones de euros. En este escenario, en el que los compromisos de las administraciones autonómicas se erigen en una pesada losa para las cuentas, destaca el liderazgo de Cataluña, una comunidad que copa en solitario el 29,8 por ciento de la deuda total de las autonomías.
Le siguen la Comunidad Valenciana, con 20.762 millones de euros, que representan el 14,8% del total; y Madrid, con 15.447 millones, el 11 por ciento del total. Así, estas tres autonomías solas suponen más de la mitad de la deuda autonómica récord marcada en 2011, nada menos que el 55,6% del endeudamiento regional, según datos del Banco de España hechos públicos ayer.
Les siguen, por orden, Andalucía (14.314 millones de euros), Galicia (7.009 millones), Castilla-La Mancha (6.587 millones), País Vasco (5.536 millones), Castilla y León (5.476 millones), Baleares (4.432 millones), Canarias (3.718 millones), Aragón (3.403 millones), Murcia (2.806 millones), Navarra (2.446 millones), Asturias (2.155 millones), Extremadura (2.021 millones), Cantabria (1.293 millones) y La Rioja (900 millones).
En aumento
La negatividad de los datos no reside sólo en sus valores absolutos más elevados, sino en el hecho de que siguen in crescendo. Ninguna autonomía logró reducir su endeudamiento respecto al pasado año, registrándose los aumentos más notables en Navarra, donde ascendió un 44,5 por ciento; Murcia, con un 33,1% más; y Cantabria, con un 30,4% de alza.
En términos relativos, la deuda autonómica conjunta supone el 13,1% del PIB regional, siendo de nuevo Cataluña la que más ratio deuda/PIB anota, con el 20,7%. De hecho, es una de la cuatro autonomías que rebasan la media en el cómputo de deuda sobre PIB. La siguiente es la Comunidad Valenciana, con un 19,9%; después se sitúa Castilla-La Mancha, con el 18%, y en último lugar del podio superior al promedio Islas Baleares, con el 16,3% de endeudamiento sobre el PIB. En este cómputo, sorprende Madrid, que pese a su abultada deuda absoluta en términos de PIB es la región que sale mejor parada, con el menor dato, un 7,9%, seguida de cerca por el País Vasco, con el 8,1%. Así pues, sólo cuatro comunidades rebasan el objetivo de deuda, fijado en el 13%.
Como indica el profesor del IESE José Ramón Pin Arboledas, el problema no es sólo el volumen de esta deuda, sino que supone sólo una parte de los compromisos de las Administraciones autonómicas, que mantienen viva, como se está poniendo de manifiesto, una voluminosa deuda comercial con los proveedores. El principal inconveniente de este apalancamiento, según el experto, es que vence y hay que pagar o refinanciar. Y apunta que renovar esa deuda resultará cada vez más difícil porque su calificación es muy mala en muchos casos, y el Estado no está ahora como para seguir añadiendo avales. Así pues, Pin Arboledas recomienda reducir los gastos corrientes, sueldos, compras de bienes y servicios, las inversiones y elevar los ingresos en la medida de lo posible.
En este sentido, alude a medidas como la tasa del euro por receta médica, recién aprobada en Cataluña, que si bien no son panaceas sí tiene un efecto disuasorio al tiempo que granjean ingresos paras las arcas públicas.
Las empresas públicas son otro foco de deuda para las cuentas. Las de titularidad autonómica cerraron 2011 con un endeudamiento de 13.870 millones de euros, una cota algo menor que la anotada en 2010. Concretamente un 3,4 por ciento menos. De nuevo es Cataluña la comunidad que más despunta en este baremo, con 6.368 millones de deuda en sus empresas públicas, el 46 por ciento del total. Le siguen Madrid y Valencia, casi empatadas, con 1.678 y 1.671 millones respectivamente, alrededor del 12 por ciento en cada caso.
Mientras que Murcia está limpia de deuda en sus empresas públicas y otras regiones como Extremadura o Cantabria anotan las exiguas cifras de 22 y 36 millones de endeudamiento empresarial público respectivamente.
Así pues, Cataluña atesora los peores récords en estos cómputos, tras varias rebajas consecutivas de rating que vienen a empeorar las condiciones para aligerar su lastre.
En cuanto a los aumentos, destacan algunas subidas interanuales. Por ejemplo, la de la Comunidad Foral de Navarra, que en un año ha elevado el montante de su endeudamiento en un 44,5 por ciento. En este parámetro, le sigue el alza de Murcia, que ha incrementado su deuda un 33,1 por ciento desde el cierre de 2010, y Cantabria, con un alza del 30,3 por ciento. La que menos ha crecido es la de Islas Baleares, con un alza del 7 por ciento.
Dos años por delante
Como indica Pin Arboledas, la evolución conjunta de la deuda de las comunidades autónomas era esperable. Y ese perfil obliga ahora, según indica el experto, a adoptar medidas que restablezcan el equilibrio, algo que costará tiempo y que Pin Arboledas no ve factible al menos en dos años. Con todo, los problemas principales están claramente focalizados en algunas regiones.