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Economía

Fracaso ronda de Doha es lo mejor para los pobres, según experto

Londres, 3 jul (EFECOM).- Un eventual fracaso de la ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) es lo mejor que puede pasarles a los países pobres, afirma Robert Wade, profesor de economía política de la London School of Economics.

En un artículo que publica hoy en el diario británico "The Guardian", Wade advierte sobre todo a los países en desarrollo de que no deben ceder en aquello en lo que más interés tiene el mundo rico: la liberalización del mercado de productos industriales.

"La mayoría de los países en desarrollo se exponen a un grave proceso de desindustrialización si aceptan las condiciones básicas de las actuales negociaciones", señala Wade.

Esos países, explica, corren el riesgo de "volverse más especializados que ahora en la producción de materias primas y productos simples pero necesitados de abundante mano de obra, en detrimento de la producción de mercancías más complejas, típicas de los países ricos".

"Esto puede muy bien redundar en el interés colectivo de los países desarrollados, pero sería un mal resultado para el mundo (en su conjunto)", afirma el profesor de la LSE y autor del libro "Governing the Market" (Gobernando el Mercado).

Wade argumenta que las condiciones de libre mercado hacen más difícil que los países pobres puedan industrializarse rápidamente para acortar la diferencia que los separa del mundo rico y ello por tres razones.

Primero, dice, porque "ningún país ha logrado industrializarse y convertirse en avanzado sin pasar por una fase de protección de sus nuevas industrias básicas".

Las colonias de los países ricos "se vieron obligadas a una rápida y nada selectiva liberalización, con lo que experimentaron una rápida desindustrialización".

"Es una ley general de la industrialización el hecho de que los países más avanzados intenten abrir los mercados de los menos avanzados a sus productos con el argumento de que es bueno para todos", añade.

Según Wade, "es improbable" un proceso de industrialización en los actuales países en vías de desarrollo "en condiciones de libre comercio porque ésos tenderán a especializarse en las exportaciones industriales y sectores agrícolas actualmente más eficientes".

Sin embargo, su ulterior desarrollo "dependerá de que diversifiquen su producción y se dediquen a actividades con mayor valor añadido en las que no son actualmente eficientes", algo muy difícil, señala" sin el recurso a una política industrial, que incluya apoyos arancelarios y de otro tipo".

Un reciente estudio de una cincuentena de países en desarrollo que liberalizaron substancialmente su comercio entre 1980 y el año 2000 indica, según Wade, que sólo un 20 por ciento (en su mayoría del este de Asia) experimentaron un notable aumento de sus exportaciones y su producción de mercancías con valor añadido mientras que la mitad experimentó una desindustrialización.

En tercer lugar, señala el experto, los países desarrollados "han reforzado su protección de las nuevas tecnologías a través del acuerdo sobre propiedad intelectual relacionada con el comercio de la OMC, lo que hace más difícil que los países en desarrollo obtengan tecnologías avanzadas que en el régimen más permisivo en el que se desarrollaron los países que hoy son ricos".

Por todo ello, dice Wade, "los países en desarrollo deberían oponerse fuertemente a la agenda de la OMC tocante al comercio de bienes industriales" y reclamar, en cambio, reglas que les den "un mayor margen de maniobra para establecer sus niveles arancelarios según la madurez de sus industrias" y además "aranceles variados y no uniformes" de acuerdo con las necesidades de cada sector. EFECOM

jr/mdo

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