El año 2011 Mercadona registró su beneficio récord, 474 millones de euros. El de la cadena de supermercados de Juan Roig no es un éxito casual sino que se fundamenta en pequeños detalles, como la aplicación de la 'estrategia delantal', un método basado en aprender de los clientes.
Mercadona cuenta con 11 centros de 'coinnovación', una especie de laboratorios de pruebas en los que la empresa observa cómo se desenvuelven sus 'jefes' -que es como llaman a sus clientes- a la hora de realizar tareas cotidianas del hogar y cómo emplean muchos de sus productos.
Según publica El País, el objetivo de este espionaje, realizado por monitores contratados para ello, no es otro que aprender de los clientes e incorporar a su oferta todas las mejoras resultantes de esta observación.
El proceso, de tan sencillo y lógico, se antoja revolucionario: la información recopilada por los monitores es transmitida a los proveedores de la cadena; de ahí, a los lineales.
Al método se le conoce en la empresa con el nombre de 'la estrategia del delantal' y nació a finales de 2008, cuando Mercadona descubrió que estaba perdiendo una media de 40 clientes al día en cada una de sus tiendas.