
Los sindicatos dan un mes de plazo al Gobierno para incorporar sus enmiendas al real decreto. El PSOE se juega su último feudo autonómico cuatro días antes de que tenga lugar el parón.
Los sindicatos mayoritarios, finalmente, han cumplido la amenaza que hicieron al Gobierno desde que presentó el contenido de la reforma laboral y han convocado a "todas las trabajadoras y trabajadores" a una huelga general de 24 horas el 29 de marzo, tal como adelantó ayer elEconomista.
Así lo trasladaron ayer los líderes de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo, tras celebrar primero una reunión por separado y después una conjunta para analizar las consecuencias del real decreto, que fue convalidado un día antes por el Congreso de los Diputados con los votos a favor del PP, Foro, CiU y UPN.
La fecha elegida por los representantes de los trabajadores tampoco es casual. La huelga se producirá cuatro días después de la celebración de las elecciones autonómicas en Asturias y, sobre todo, en Andalucía, el último feudo autonómico que le queda al PSOE y desde el que los socialistas están centrando su oposición frontal a los ajustes del Gobierno. "La convocatoria de la huelga va a estar presente en toda la campaña. De hecho, su convocatoria ha coincidido con el arranque de la campaña, que comenzó el jueves por la noche", señalaban ayer a elEconomista diversos analistas políticos. "En las calles andaluzas van a convivir los carteles del PSOE pidiendo el voto con los de los sindicatos convocando a una huelga contra las reformas del Gobierno del PP, el mismo partido que podría gobernar en esa comunidad autónoma", señalan las mismas fuentes. Los últimos datos del CIS apuntan a que tal vez el PSOE podría conservar el poder en la Junta, con ayuda de IU, así que la intención política de la huelga parece clara.
Por otro lado, un día después de la huelga, el Gobierno tiene previsto presentar los Presupuestos Generales del Estado para 2012. Las organizaciones no han esperado a conocerlos, aunque, según Méndez, "conocido el techo de gasto y el cuadro macroeconómico, es fácil deducir cuál va a ser el impacto en los servicios esenciales".
Los líderes de CCOO y UGT no cuantificaron el seguimiento que esperan que tenga la convocatoria, de la que Toxo se atrevió a vaticinar que tendrá una acogida mayor que la movilización del 19 de febrero, cuando salieron a la calle "entre 1,5 y 2 millones de personas".
En este sentido, cabe recordar que en dicha movilización llamó la atención la presencia de tres grupos muy definidos, que presumiblemente apoyarán también el llamamiento del 29-M: liberados sindicales, funcionarios y políticos.
Apoyo de empleados públicos
Los expertos consideran que empleados públicos y funcionarios secundarán la huelga, ya que desde los sindicatos se está alertando de que CiU podría endurecer la reforma laboral para que la posibilidad de despedir a empleados públicos se extienda a los funcionarios de carrera. Méndez ayer recordó que la reforma laboral "seculariza" los despidos en el ámbito público.
También se espera la presencia de miembros del PSOE en el paro del 29 de marzo. De forma particular ya acudieron a la primera movilización de febrero, pero han anunciado su adhesión como partido a la marcha que se celebrará mañana en 60 ciudades españolas, y que los convocantes de la huelga se toman como otro termómetro para "comprobar" el ánimo de los ciudadanos. Las centrales de trabajadores han enfatizado que la huelga "no es un fin en sí misma, sino un medio" y que el éxito de la misma será la "modificación de la reforma laboral". Por ello, han advertido al Ejecutivo de que el 29 de marzo no marca "el final del conflicto", y le dan un mes de plazo para que incorpore las enmiendas remitidas por los sindicatos.
En este sentido, Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket, recuerda que es el Gobierno el que tiene competencias para cambiar la reforma laboral porque ha sido votado, mientras que "nadie ha dado poder ejecutivo a los sindicatos".