
El techo de gasto para 2012 es un 4,7% inferior, ante la caída de ingresos prevista
El nuevo objetivo de déficit implica un ajuste cercano a los 30.000 millones este año, del que ya está en curso la mitad, con las medidas aprobadas en el último Consejo de Ministros de diciembre, que incluyeron un alza tributaria. De este modo, en un año recesivo en el que el PIB puede llegar a despeñarse un 1,7 por ciento, el Gobierno tiene que exprimir 15.000 millones más de ajuste para reconducir el desequilibrio de las cuentas públicas al 5,8 por ciento del PIB en lo que queda de año. Un objetivo, a la sazón, que sólo difiere dos décimas del fijado para 2011 (6 por ciento) y finalmente incumplido.
El mayor esfuerzo habrá de recaer en las administraciones autonómicas y ésa es, desde luego, la intención del Gobierno, a la luz del reparto del esfuerzo de consolidación presupuestaria que ha diseñado. El objetivo del 5,8 por ciento se desglosa en una meta del 4 por ciento para el Estado, lo que implica una reducción de 1,1 puntos respecto a 2011; una reconducción al 1,5 por ciento para las autonomías, que implica una reducción de 1,4 puntos respecto a 2011; y un objetivo del 0,3 por ciento para las corporaciones locales, un 0,1 por ciento menos. Para la Seguridad Social, se busca el equilibrio a fin de año, lo que supone un 0,1 por ciento menos.
Antesala de los Presupuestos
En consecuencia, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, indicaba ayer que los Presupuestos Generales del Estado para 2012 en los que se encuentra trabajando el Gobierno de cara al 30 de marzo serán "austeros, ajustados y realistas". Para ello, se han recalculado las previsiones económicas a un escenario de notable empeoramiento económico. Por lo pronto, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, da por descontada una caída de los ingresos sobre lo recaudado en 2011, hasta los 119.233 millones, incluso tras la subida de IRPF e IBI recién aprobada.
En este contexto, Montoro dio a conocer ayer el primer paso previo a los Presupuestos: la fijación del techo de gasto para este año, que cifró en 118.565 millones, un 4,7 por ciento menos que el año anterior. Y que se reduce aún más si de esta cifra se descuentan las obligaciones de pago de ejercicios anteriores, de 2.270 millones de euros, con lo que el techo disponible se queda en 116.295 millones.
Los ajustes de Contabilidad Nacional se situarán en 6.630 millones, mientras que la financiación a las administraciones territoriales a través del Presupuesto de gasto alcanzará los 36.844 millones.
'Mordisco' a los ministerios
Descontadas las partidas de pago obligatorias, los intereses de la deuda, el pago de clases pasivas y las aportaciones de la UE, los ministerios contarán con 57.978 millones de presupuesto, lo que supone un mordisco del 12,5 por ciento frente a las disponibilidades de 2011.
Con estos mimbres, el Gobierno se dispone a dar traslado del esquema sobre el que girarán los Presupuestos a las comunidades autónomas y corporaciones locales para que fijen sus propias metas y hojas de ruta de reducción del gasto. El martes se reunirá el Consejo de Política Fiscal y Financiera y el miércoles la Comisión Nacional de la Administración Local.
Entre otras medidas del Consejo de Ministros de ayer, también vio la luz la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que obliga a las AAPP a tener déficit cero a partir de 2020. Se tramitará por la vía de urgencia.
Ley para el déficit y la deuda
La norma desarrolla el principio de estabilidad presupuestaria del artículo 135 de la Constitución, introduce la deuda pública como criterio de sostenibilidad presupuestaria, siempre por debajo del 60 por ciento del PIB, y obliga a todas las AAPP a presentar equilibrio o superávit a partir de 2020. Asimismo, define la obligación de fijar un techo de gasto para todas las Administraciones.
Montoro indicó que basa su política en la reducción del déficit puesto que es algo que conviene sea cual sea la situación económica.