El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha asegurado este lunes que ningún país quiere expulsar a Grecia de la eurozona. Juncker ha desvelado que la dotación final del segundo rescate para Atenas todavía no se ha cerrado definitivamente.
"Nadie tiene la intención de sacar a Grecia del euro. Sería una mala solución para Grecia y una mala situación para Europa", ha dicho el presidente del Eurogrupo a la entrada de la reunión en la que está previsto que se apruebe el segundo rescate.
La dotación del plan de ayuda está "todavía abierta", ha explicado. Los líderes europeos habían pactado que el segundo rescate fuera de 130.000 millones de euros más otros 100.000 millones de deuda pública que la banca privada perdonará a Atenas.
Pero, debido al empeoramiento de la situación económica, ni siquiera con estas ayudas se logrará el objetivo de reducir la deuda helena del 160% al 120% en 2020.
Los ministros deberán acordar este lunes cómo cubrir la diferencia, probablemente con contribuciones del Banco Central Europeo y de los bancos centrales de la Eurozona, ya que Alemania y Países Bajos no quieren aumentar la cuantía del rescate.
Se dan todas las condiciones para el rescate
Por otro lado, el ministro francés de Finanzas, François Baroin, ha dicho que se dan "todos los elementos para un acuerdo" este lunes sobre el segundo rescate para Grecia y ha avisado de que el pacto "no puede esperar" si se quiere evitar la quiebra de Atenas.
"Ya tenemos todos los elementos para un acuerdo. Los elementos de una participación que sigue siendo voluntaria de los banqueros, de los acreedores privados, y de los acreedores públicos, los Estados, los bancos centrales", ha dicho Baroin en una entrevista a la radio gala Europe 1, en la que ha augurado una "larga sesión de trabajo" en la reunión del Eurogrupo de esta tarde.
"Grecia, en el mes de marzo, se enfrenta a una serie de vencimientos y se encuentra en la situación de un país que podría quebrar, algo que Francia lleva queriendo evitar desde hace 18 meses", ha insistido el ministro. "La posición de Francia es evitar que deje la zona euro", ha proseguido, con el fin de impedir una "crisis sistémica".
Baroin ha destacado que el parlamento griego ha aprobado el plan de ajuste exigido a cambio del rescate y que los dos principales partidos políticos se han comprometido a aplicarlo gane quien gane las elecciones.
Pero también ha defendido que el dinero del rescate se deposite en una cuenta bloqueada para garantizar que se destine prioritariamente al pago de la deuda. Se trata, ha dicho, de enviar un "mensaje de confianza" a los acreedores de que se les devolverá el dinero.
"Sí, tenemos demandas. Sí, mantenemos una presión sobre el Gobierno griego. Sí, los compromisos que se han asumido deben respetarse", ha dicho Baroin.