El partido que respalda al presidente paquistaní Pervez Musharraf se encamina a una importante derrota tras el apoyo recibido por la oposición, generando interrogantes acerca del futuro del aliado de Estados Unidos que gobierna desde 1999.
Como presidente, el ex jefe del Ejército Musharraf no participó directamente de las elecciones parlamentarias del lunes -fundamentales para completar una transición hacia un gobierno civil- pero el resultado podría sellar su futuro.
El aliado de EEUU
Un Parlamento hostil podría buscar la destitución de Musharraf, que tomó el poder como general durante ungolpe de 1999 y surgió como un aliado crucial de Estados Unidos en la "guerra contra el terrorismo" que para muchos paquistaníes es un tema de Washington y no de ellos.
Las elecciones fueron relativamente pacíficas, tras una sangrienta campaña proselitista, y parecen infundados los temores de la oposición sobre unos comicios amañados por parte de los simpatizantes de Musharraf.
La votación fue pospuesta desde su fecha original del 8 de enero tras el asesinato de la ex primer ministro y líder opositora Benazir Bhutto en un ataque suicida el 27 de diciembre, que generó preocupación sobre la estabilidad de un país que cuenta con un arsenal nuclear.
Los últimos sondeos dan el triunfo al partido de Bhutto, seguido a poca distancia por la opositora Liga Musulmana -liderado por el ex primer ministro Nawaz Sharif.