
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha acusado a la CEOE de "endilgar" al Gobierno lo que deberían hacer patronal y sindicatos en materia de reforma laboral y ha señalado que si se impone una "enésima reforma" del mercado de trabajo la situación podría incluso empeorar.
En declaraciones a TVE, el líder sindical ha asegurado este viernes que los sindicatos "han hecho todo lo que han podido y más" en favor del acuerdo con los empresarios para pactar la reforma laboral y se ha negado a hablar de "fracaso": ambas partes han sido capaces de llegar a seis acuerdos que, a su juicio, no deben minusvalorarse.
Estrategia de la patronal
Según explicó, tanto UGT como CCOO ofrecieron a la CEOE moderar salarios, incluso por debajo del IPC durante 2012 y 2013, a cambio de una serie de "contrapartidas" y de una cláusula de revisión salarial para 2014 que compensara a los trabajadores por el poder adquisitivo perdido.
También recordó que propusieron a los empresarios convertir empleo completo en empleo a tiempo parcial para evitar despidos en las empresas, transformar contratos temporales en indefinidos de fomento del empleo (33 días de indemnización por despido improcedente por cada año trabajado), y la posibilidad de ampliar aún más el efecto de la cláusula de inaplicación salarial para que fuera "más ágil".
Pero la patronal no ha aceptado estas propuestas e incluso "ha endurecido su postura", afirmó. En su opinión, la CEOE subordina el diálogo social a lo que haga el Ejecutivo "de turno" por si la reforma impuestas va "más allá" en favor de sus intereses que un posible acuerdo con los sindicatos.
Que el Gobierno acierte
"No tenemos una bronca con la patronal, lo que tenemos son diferencias serias", ha explicado Méndez, que ha apuntado que la CEOE tiene una visión del diálogo social "vicaria y subordinada". Méndez ha asegurado que los sindicatos "no han podido hacer más" y espera que el Gobierno "acierte".
En este sentido, el secretario general de UGT ha alertado sobre más subidas de impuestos y ha insistido en que el problema del déficit no es el exceso del gasto "pese a que algunas partidas están desnortadas", sino a la caída de ingresos tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.
Sobre la posibilidad de que el Ejecutivo reduzca las prestaciones por desempleo, ha considerado que sería una contradicción después de que haya aprobado prorrogar seis meses la ayuda de 400 euros para desempleados que hayan agotado la prestación o el subsidio.