Economía

Las mujeres de los candidatos del 9-M: Sonsoles y Elvira no hacen campaña

Elvira Fernández y Sonsoles Espinosa tiene mucho en común. Foto:archivo
A la vuelta de las próximas elecciones generales del nueve de marzo, las esposas de Zapatero y Rajoy son casi desconocidas para el electorado, a diferencia de lo que ocurre en otros países, donde 'ellas' desempeñan un papel electoral clave. Sonsoles Espinosa y Elvira Fernández son tan discretas que apenas se dejan ver en actos de partido. Las primeras damas españolas huyen de las cámaras y los focos al contrario que sus homólogas americanas.

La ausencia de las dos mujeres de los candidatos contrasta con la presencia de sus homólogas americanas. Hasta la fecha, la única esposa de un líder que se ha expuesto a los focos y cámaras de televisión es Ana Botella.

Discrección

El día que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se presentó como candidato del PSOE a las cada vez más cercanas elecciones de marzo, la noticia se centró en otro acontecimiento sin precedentes. Sonsoles Espinosa, su mujer, se subió al escenario y mostró, por primera vez y de manera clara, el apoyo a su marido. El respaldo se presupone; sin embargo, la imagen de la primera dama en un mitin político era completamente inédita. Tan increíble que, de hecho, no se ha vuelto a producir.

Ha acompañado a su marido en algún que otro mitin y se ha dejado ver entre el público. Sin embargo, este protagonismo de Sonsoles en la presentación de la candidatura de Zapatero no ha vuelto a suceder. Licenciada en Derecho decidió cambiar de profesión y en la actualidad es profesora de canto y participa como soprano en distintos coros. Los que la conocen han asegurado en distintos medios que el cambio de León a la capital fue duro para ella. Pero lo peor fue encontrarse con los medios de comunicación y perder el anonimato en el que transcurría su vida.

Apoyo incondicional a sus maridos

Lo mismo sucede con Elvira Fernández, mujer de Mariano Rajoy. Viri, como la conocen sus amigos, es licenciada en Empresariales y siempre ha preferido mantenerse en un segundo plano. Al contrario que Sonsoles , ni siquiera acompañó a su esposo cuando fue nombrado candidato del PP a la Presidencia. Esta actitud no significa falta de apoyo. En las anteriores elecciones decidió pedir una excedencia para poder prestar a Rajoy toda la atención ante el reto de las generales. A pesar de ello, siempre ha preferido mantenerse alejada de los medios de comunicación y poder continuar con sus paseos por Pontevedra junto a su madre.

Independencia y autonomía

Ambas están decididas a mantener su autonomía e independencia frente a los cargos y popularidad de sus esposos. Las dos han cambiado de ciudad y costumbres por el trabajo de su marido pero ninguna se ha dejado arrastrar por él sino que, más bien, han decidido mantener su independencia y autonomía.

La actitud de Elvira y Sonsoles es radicalmente opuesta a la mantenida por la anterior primera dama. Ana Botella sí opinaba, sí hablaba a los medios e incluso concedía entrevistas en exclusiva para hablar de su vida en La Moncloa, de la relación con sus hijos y de la faceta menos conocida de José María Aznar, el esposo y padre.

La diferencia radica, fundamentalmente, en el interés que Ana Botella siempre ha mostrado por la política. Su andadura comenzó en 1978 como militante de Alianza Popular y aunque siempre afirmó no querer dedicarse a la política, su primer mitin lo dio con 39 años en la sede del PP en Vicálvaro (Madrid).

Botella: posible sucesora de Gallardón

Después de varios años como primera dama decidió dar el gran salto y en 2003 pasó a la vida política activa. Su carrera continúa y su último peldaño hasta el momento, pasa por ser número dos en la lista de Alberto Ruiz-Gallardón para las municipales de 2007. Y si los rumores son ciertos, sus aspiraciones se podrían ver medianamente colmadas después de las generales. Gallardón tomará una decisión y, si se retira, los madrileños podrían ver a la anterior primera dama convertida en alcadesa de la capital de España.

La forma que tenía de encarar Ana Botella su vida como primera dama con respecto a la de Sonsoles y Elvira se asemeja más al estilo americano. En alguna ocasión ha recibido el título de la Hillary española. Aunque ella ha declarado que no le gusta mucho el mote, lo cierto es que Ana Botella como mujer de José María Aznar acompañaba a su marido en los viajes de Estado, organizaba y asistía a cenas oficiales y actos públicos, y colaboraba con distintas asociaciones y organizaciones no gubernamentales.

Romero, la esposa de González

El papel de la primera dama que más tiempo ha ocupado el cargo, Carmen Romero, esposa de Felipe González, fue diferente comparado tanto con Sonsoles y Elvira como con su sucesora Ana Botella. Carmen, que durante los primeros siete años de vida en La Moncloa se mantuvo siempre en un segundo plano, decidió pasado ese tiempo dedicarse a la política activa y se presentó en las listas del PSOE al Congreso de los Diputados por la provincia de Cadiz. En el 89 salió elegida y se mantuvo en su cargo hasta el 2004, fecha en la que, casualmente, su marido, Felipe González, decidió abandonar también el escaño, que jamás ocupó, de diputado por Sevilla.

Carmen Romero, licenciada en Filosofía y Letras, ejerció como profesora de Lengua y Literatura hasta que se vio obligada a abandonar su ciudad por los ascensos de su marido. A pesar de haber flirteado con el sindicalismo supo ocupar su posición de primera dama. Aunque debido a sus ocupaciones anteriores se le podría presuponer una mayor presencia en la esfera política, la mayoría de personas que han seguido su trayectoria la definen como "bastante sosa".

La cara humana

Si cruzamos el charco, la actitud de las compañeras de los distintos presidentes no tiene ni punto de comparación. Su comportamiento es observado al milímetro al igual que sus apariciones públicas. Tienen que ser la viva imagen de la familia feliz americana, deben colaborar con todo tipo de causas benéficas y ser capaces de representar a su marido en cualquier ocasión. En 2001, Laura Bush, la actual primera dama americana, tuvo que dar el mensaje radiofónico que todas las semanas era transmitido por George Bush a la población de Afganistán.

A pesar de esas excepciones el auténtico papel de la primera dama es dar a conocer el lado amable, la cara más humana del presidente. Esta es tal vez una de las facetas menos explotadas por los líderes españoles.

Sin embargo, ya se empiezan a ver pasos en esa dirección. Del mismo modo que Sonsoles estuvo en el mitin de presentación de la candidatura de Zapatero a las generales, Mariano Rajoy aparece con su esposa en la web Faceboock, página en la que además comenta sus gustos y preferencias sobre distintas aspectos de la vida cotidiana. Elvira también aparece en la página personal del candidato popular en la que también se puede observar a uno de sus hijos recién nacido.

La diferencia en intención de voto entre PP y PSOE, que oscila entre los dos y cuatro puntos dependiendo del momento en el que se haga la encuesta correspondiente, podría variar, como ocurre en EEUU, por un simple acercamiento del candidato al común de los mortales. Aunque todavía no podemos hablar de estrategias en este sentido, lo cierto es que cada vez se intenta explotar más el lado humano y cotidiano del candidato. En campaña cualquier truquillo, por simple que parezca, sirve para rascar un voto.

De esposa a presidenta

La moda que se ha apresado de las primeras damas americanas y sudamericanas apenas es imaginable en España debido al desinterés por la política que hasta ahora han mostrado la gran mayoría de ellas. Tan sólo Ana Botella, de la que se ha comentado en varias ocasiones que influía desde un segundo plano en las decisiones políticas de su marido, podría desempeñar ese papel con el paso del tiempo. Desde su posición de primera dama accedió a los entresijos de la política y ahora aprovecha la lección aprendida. Que Sonsoles o Elvira se presenten a presidentas del Gobierno es prácticamente imposible puesto que ambas protegen su intimidad y privacidad con gran empeño.

El caso de Fernández en Argentina

Uno de los casos que más claramente muestra las posibilidades que ofrece ocupar el puesto de primera dama es el ascenso meteórico de Cristina Fernández a presidenta de Argentina. Durante los 4 años que ejercició como primera dama y senadora por la provincia de Buenos Aires supo congraciarse con la población, acercarse a ella y sentirse lo suficientemente apoyada como para optar a sustituir a su marido y obtener la confianza de los argentinos a finales de 2007.

La "nueva vida" de Carla Bruni

Sin embargo, aquella que más ha dado y dará de qué hablar en el futuro es sin duda la polifacética Carla Bruni. La modelo italiana acostumbrada a ser objetivo de todas las miradas y portada de las mejores revistas de moda y cotilleos ha dado un paso más en su ascenso a la cumbre. Actualmente puede aprender política, codearse con los máximos dirigentes de su país y de aquellos que visite su marido. Con Bruni la vida de Sarkozy experimentará un cambio, aunque todavía es pronto para apuntar hacia una dirección concreta. También puede que la ex top model se aburra...

La senadora por Nueva York Hillary Clinton podría convertirse en 2008 en la primera mujer al frente del país más poderoso del mundo. Y, por supuesto, también recibiría el título de la primera dama que más alto ha llegado en la vida política.

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