Economía

Economía.-CC.OO. cree que el déficit acabará el año en el 7,5% y que Rajoy tendrá que subir los impuestos para reducirlo

Adelanta que el PIB caerá un 0,2% en el cuarto trimestre y que crecerá un 0,7% en el conjunto del año

MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

CC.OO. cree que el déficit se desviará más de un punto este año y cerrará el ejercicio en el 7,5%, lo que obligará al nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a elevar los impuestos para reducirlo al 3% en 2013, tal y como exige Bruselas.

Así consta en un informe elaborado por el Gabinete Económico Confederal del sindicato recogido por Europa Press, donde asegura que las medidas que tomó el anterior Gobierno no serán suficientes para cumplir con el objetivo pactado con Bruselas para este año (6% del PIB).

Además, CC.OO. ve ya una tasa negativa de PIB en el cuarto trimestre (-0,2%), lo que hará que el crecimiento del conjunto del año no supere el 0,7%, y que difícilmente llegue al 1% en 2012. Si se cumplen estas previsiones, la deuda pública aumentará solo por el efecto de los intereses a pagar por el saldo en circulación (superior al 70% del PIB).

El sindicato asegura que el obligado proceso de consolidación tendrá menos incidencia negativa cuanto mejor se racionalicen las políticas de gasto y más se acierte en el traspaso de ahorro privado a público mediante un aumento selectivo de impuestos, que incida en menor medida sobre el consumo.

Junto a la racionalización del gasto, CC.OO. cree preciso disponer de un nivel de recursos similar al de la media europea y considera que habrá que subir los impuestos para cumplir con el objetivo de saneamiento marcado por el Eurogrupo, aunque las consecuencias serán diferentes según las figuras tributarias que se utilicen.

En concreto, cree que podría ser necesario una actuación "más ambiciosa" por parte de las comunidades autónomas en la fijación de los tipos de gravamen en los impuestos cedidos tradicionales, como Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, el tramo autonómico del IRPF o el IVA. "Debe ser una cuestión del pasado señalar a la Administración General del Estado como único agente que decide y asume el coste de la subida de impuestos", explica.

NUEVO TIPO DEL IRPF

Por otro lado, destaca la importancia de contar con una voluntad real de lucha contra el fraude fiscal así como de reformar algunos de los impuestos actuales, como el IRPF, que debería contar con un tipo especial para las rentas más elevadas del 51% y con una escala progresiva del gravamen para los rendimientos del ahorro desde el 15% al 25%.

Asimismo, cree que hay que reformar el Impuesto sobre el Patrimonio, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y el Impuesto de Sociedades, del que hay que eliminar exenciones y donaciones, y desarrollar una fiscalidad verde que combine suficiencia limitada y regresividad.

Finalmente, ve posible instaurar un nuevo impuesto sobre las entidades de crédito como han hecho otros países de la UE para generar ingresos que puedan ser utilizados en una hipotética crisis bancaria, aunque cree que también puede cumplir esa función la fijación de unas normas de control y supervisión más "severas" y el tipo más alto del IRPF.

REDUCIR DIVIDENDOS

Por otro lado, afirma que en un contexto de estas características es conveniente exigir un esfuerzo adicional de las entidades de crédito para reducir los dividendos distribuidos y concentrar los recursos de explotación en la provisión de activos, con objeto de equilibrar lo antes posible su balance.

De igual forma, cree que sería "útil" profundizar en la renegociación de créditos para garantizar su cobro en un periodo más largo evitando los costes asociados al impago tanto del prestatario como de la entidad de crédito, en especial el desahucio.

Asegura que el equilibrio en el balance de las entidades de crédito se puede conseguir mediante una disminución en el valor de 'activos malos' a costa de los acreedores, que deberían asumir la pérdida. Una iniciativa de este tipo implica el reconocimiento de la quiebra de las entidades, de manera que obliga a una nacionalización con la correspondiente aportación en el capital patrimonial y el traspaso a terceros de las inversiones insolventes.

EL 'BANCO MALO', UNA POSIBILIDAD

CC.OO. afirma que otra posibilidad es la creación de un 'banco malo', siempre y cuando se garantice no incurrir en riesgo moral con gestores e inversores, es decir, que no obtengan beneficios quienes percibieron altos ingresos en la etapa de expansión y decidir las condiciones mínimas para su materialización.

De hecho, señala que las entidades bien gestionadas no deben tener un trato igual que las mal gestionadas, aunque sí puede ser exigible su colaboración en el saneamiento del sector con aportaciones a posibles fondos creados con esa misión en contrapartida de los abultados beneficios disfrutados en la etapa expansiva.

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