
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi ha pedido a los políticos que avancen rápido para hacer operativo un fondo de rescate europeo, porque cualquier retraso acaba elevando el coste. Al mismo tiempo, comenta en una entrevista al Financial Times que no puede comenzar a imprimir dinero y añade que cualquier país que deje la zona euro estaría peor y aún así tendría que realizar reformas.
Para que vuelva la confianza a la zona euro, que sufre de una severa crisis de deuda que ha involucrado a varios países, existe la necesidad de tener "un cortafuegos establecido que esté plenamente equipado y operativo. Y se suponía que el FEEF iba a brindar eso", ha comentado Draghi sobre el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
"Si uno puede mostrar su utilidad en su tamaño actual, los argumentos para una ampliación se vuelven más fuertes", dijo.
El funcionario, que en noviembre se convirtió en el tercer presidente del BCE en sus 12 años de vida, cree que mientras más tiempo tome establecer un cortafuegos para detener el contagio de los mercados, más caro será hacerlo.
"El retraso en hacer operativo al FEEF ha aumentado los recuersos necesarios para estabilizar a los mercados", opina.
La posición del BCE
Draghi ha avisado de que no hay que colocar esperanzas en que el BCE resuelva la crisis de deuda al convertirse en un prestamista de emergencia para los gobiernos.
Respecto a la opción de que el BCE se embarque en un alivio cuantitativo (impresión de dinero) para comprar bonos de gobiernos y mitigar sus problemas de financiamiento, Draghi cree que sería contraproducente.
"Lo importante es restaurar la confianza de la gente -tanto de ciudadanos como de inversores- en nuestro continente. No lograremos eso destruyendo la credibilidad del BCE", explicó.