LISBOA,16 (Reuters/EP)
El primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, ha expresado su rechazo a que el Banco Central Europeo (BCE) asuma un papel semejante al de otros bancos centrales mediante la compra masiva de activos, constatando así la división en el seno de la eurozona al respecto, ya que países como Francia e Irlanda han instado al BCE a convertirse en prestamista de último recurso.
"No quiero que la función del BCE sea como la de la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra", dijo Passos Coelho, quien recordó que estos países también tienen deudas, déficit y se han visto forzados a aplicar medidas de ajuste.
De este modo, el primer ministro luzo parece alinearse con los postulados defendidos por Alemania, contraria a las compras de deuda pública por parte del BCE o a cualquier fórmula de alivio monetario.
Así, Passos Coelho afirmó la semana pasada que la reciente cumbre europea había cumplido las expectativas al impulsar avances hacia una mayor disciplina presupuestaria que restaure la confianza en Europa.
"Alcanzamos un acuerdo que satisface las expectativas en términos de qué podía ser formulados (...) No es suficiente con tener un misma moneda, necesitamos también una vigilancia presupuestaria más estricta y una unión de estabilidad fiscal", apuntó.
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