
La ministra francesa del Presupuesto, Valérie Pécresse, mantiene su previsión de crecimiento del 1 % para 2012, pero señaló que su Gobierno ha establecido una reserva de 6.000 millones de euros que no se gastarán para hacer frente a una ralentización al 0,4 %.
Pécresse negó que su país esté en recesión, precisó que "la situación de Francia es de un crecimiento muy ralentizado" e insistió en que en cualquier caso "tenemos un objetivo de recuperación de las cuentas públicas", en una entrevista a televisada por "iTélé".
Aseguró que "se respetará" el objetivo de terminar este año con un déficit del 5,7 % del Producto Interior Bruto (PIB).
En cuanto a 2012, señaló que aunque se cumplieran los augurios de los institutos de coyuntura, que calculan una progresión del PIB limitada en torno al 0,5 %, eso entraría dentro del margen del que se ha dotado el Ejecutivo congelando 6.000 millones de euros en su presupuesto.
"Pase lo que pase, cumpliremos en 2012" con los planes de recorte del déficit, insistió parafraseando al primer ministro, François Fillon.
Por otro lado, reafirmó que "el Estado no pondrá dinero en los bancos franceses" porque a la vista de la actualización de sus necesidades de capitalización presentadas esta semana por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) "pueden financiarse solos".
Interrogada sobre las amenazas de las agencias de calificación de bajar la nota de Francia, que por el momento es la máxima, la titular del Presupuesto y de las Cuentas Públicas respondió que "es en primer lugar una cuestión europea".
A continuación remachó que "Francia es un valor seguro" sobre el que no hay dudas de que pueda reembolsar sus deudas.