El expresidente frances Valery Giscard d´Estaing, que en su momento fue uno de los principales valedores de la entrada de Grecia en la Eurozona, cree ahora que Atenas debería considerar un abandono del euro para evitar infligir el daño de la deflación a su pueblo.
Giscard es conocido por su cercanía a Grecia. El presionó para que el país entrara en la Unión Europea frente a las objeciones de Alemania, allanando el camino para que Atenas se uniera en 1981 a lo que entonces se llamaba Comunidad Económica Europea.
En una entrevista concedida a Reuters, Giscard dijo que Grecia se enfrentaba a una decisión difícil. "Grecia podría permanecer en la Eurozona pero es muy difícil conseguir una recuperación economica con una moneda fuerte", explicó el expresidente francés, de 85 años. "¿Es mejor utilizar una moneda nacional durante un tiempo o tener la seguridad de una moneda fuerte? Es la decisión de Grecia".
Ayer martes, Grecia aprobó un nuevo programa de austeridad mientras continúan las violentas protestas en los alrededores del Parlamento. La economía se contraerá el año que viene de nuevo, culminando el quinto consecutivo de recesión.
Giscard aseguró que si Grecia hubiera mantenido el dracma, probablemente lo hubiera devaluado un 40-50%, y cree que el pueblo griego no va a aceptar el 40% de deflación interna que necesita su economía. "Esa medida tiene enormes costes humanos, sociales y políticos".
Sin embargo, d´Estaing no tiene ninguna duda de que Grecia permanecería en la Unión Europa aunque abandonara la Eurozona.
Preguntado por las últimas declaraciones del actual presidente francés, Nicolas Sarkozy, que volvió a asegurar que sería desastroso si algún país abandonara el euro, la respuesta fue simple: "está equivocado".