
La canciller alemana, Angela Merkel, expone hoy ante el Parlamento federal la posición de su Gobierno frente a la próxima cumbre de la Unión Europea, centrada en la crisis de la zona euro. En el horizonte, la decisiva cumbre del próximo 9 de diciembre, en la que se debería decidir el futuro del euro.
Tras esta comparecencia, el próximo lunes se reunirá con el presidente francés Nicolas Sarkozy para lanzar propuestas conjuntas sobre un nuevo tratado de la Unión y de la gobernanza de la zona euro.
Ayer, el mandatario galo ya avanzó algunas de las líneas maestras de actuación para "refundar" Europa. En una comparecencia de 50 minutos, Sarkozy recordó la importancia vital que tiene para la región comunitaria que Alemania y Francia permanezcan unidas y advirtió de que la desaparición del euro tendría "consecuencias dramáticas para los franceses". "Como jefe del Estado no puedo dejar que se produzca este desastre", incidió.
Desde Tolón, la misma localidad del sureste francés en la que en septiembre de 2008 denunció las "derivas del capitalismo", el jefe del Estado recalcó que la visión que comparte con Merkel sobre el futuro de la zona euro requiere "mayor disciplina, solidaridad y responsabilidad", así como un verdadero "gobierno económico".