Berlín, 6 feb (EFECOM).- El presidente de la patronal alemana, Dieter Hundt, emplazó hoy a Gobierno y sindicatos a no estrangular el auge económico con medidas laborales y pretensiones salariales que supongan dar marcha atrás al camino de las reformas.
"Quien escucha en estos momentos las exigencias de los sindicatos y las promesas de algunos políticos se da cuenta de que Alemania se encuentra en un momento crucial: o mantenemos una política salarial, laboral y social responsable y seguimos creando empleo o emprendemos un camino equivocado", señaló Hundt en una conferencia de prensa en Berlín.
El presidente de la patronal recalcó que existen riesgos externos que pueden debilitar ligeramente el auge de los últimos años, como el elevado precio del crudo, la fortaleza del euro, y sobre todo la crisis hipotecaria de Estados Unidos.
"Aunque las exportaciones a Estados Unidos sólo suman el nueve por ciento del total, América es un importante motor de la economía mundial, que tiene grandes repercusiones en un país en el que las exportaciones conforman el 40 por ciento del Producto Interior Bruto", dijo.
En este contexto, advirtió contra toda medida que pueda poner en peligro puestos de trabajo y conduzca a un mayor endeudamiento estatal y a un incremento de los costes laborales.
Concretamente, aludió a las reivindicaciones que han formulado potentes sindicatos como el metalúrgico IG-Metall o el de los servicios públicos Ver.di, y al debate en el gobierno de gran coalición sobre la introducción de un salario mínimo.
"IG Metall reclama un aumento del ocho por ciento para la industria del acero. Si bien este ramo está pasando por un buen momento económico por el aumento de la demanda mundial, las previsiones son peores que hace dos años cuando el sindicato exigió un incremento del 7 por ciento. Una situación similar se plantea en la industria química", subrayó Hundt.
De completamente fuera de órbita calificó las reivindicaciones en los servicios públicos y el comercio, donde, al igual que en el metalúrgico se han producido las primeras huelgas de advertencia, y cuyo sindicato pide entre el 4,5 y el 6,5 por ciento para los empleados del comercio.
"Este sector se encuentra estancado sino incluso en situación de recesión", sostuvo.
Especialmente crítico fue Hundt con "algunos miembros del gobierno" que apoyan a los sindicatos y reclaman "un buen trago de la botella salarial".
A su juicio, estos políticos, entre los que se encuentra el ministro de Finanzas, el socialdemócrata Peer Steinbrück, alguien que, como dijo, "normalmente vela tanto por el ahorro", "violan las reglas del juego" que estipulan una independencia de los agentes sociales a la hora de negociar convenios.
Además, se saltan por alto que la situación económica se ha debilitado como ha reconocido el propio gobierno al rebajar sus previsiones para el crecimiento del PIB del 2 al 1,7 por ciento, insistió. EFECOM
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