
Barcelona, 1 dic (EFE).- La revolución industrial surgida de los combustibles fósiles se encuentra en la UVI, estrangulando cualquier oportunidad de recuperación económica, según Jeremy Rifkin, asesor de la UE y uno de los gurús de la llamada economía "verde", que apunta como alternativa la democratización del sistema energético.
Rifkin, presidente de la Fundación de Tendencias de la Económica, ha ofrecido hoy una charla sobre "la tercera revolución industrial" (título también de su último libro, publicado en España por Paidós) basada en una estructura descentralizada donde los edificios serían capaces de generar su propia energía y de distribuir la sobrante en una red de nodos equitativa, alejada de la dictadura de las grandes compañías.
Este experto, que ha participado en el Expo Smart City & World Congress que se celebra en Barcelona hasta mañana, es consciente de que mientras se gesta esa plataforma "megatecnológica" que facilitará la puesta en marcha del nuevo sistema nervioso energético -al igual que la revolución comunicativa que supuso Internet- habrá que mantener durante un tiempo el actual sistema, a su juicio, que se encuentra bajo "respiración asistida"
Sin subir al estrado, a ras de una audiencia de unas 600 personas y con un micrófono en la mano, con el que ha ido de un lado a otro, este asesor de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, ha animado a los presentes, a encabezar esta nueva revolución que la humanidad debe aceptar si no quiere acabar extinguida, "como el 99,5 % de las especies" que han pasado por la Tierra.
Según este polémico pensador, los próximos cincuenta años serán determinantes. "Somos una civilización efímera", ha dicho sin tono apocalíptico antes de puntualizar que el hombre sólo sobrevivirá si utiliza su inteligencia.
Por ello, ha insistido en la necesidad de abandonar el paradigma basado en los combustibles fósiles que a su juicio estrangula cualquier posibilidad de recuperación, ya que cuando la economía se ponga en marcha en todo el planeta se producirá una nueva alza del petróleo que a su vez disparará los precios de todos los productos.
Rifkin cree que el derrumbe de los mercados financieros fue sólo una réplica del seísmo generado por el alza incontrolada del petróleo en 2007, y que si no se abandona esa senda la economía se colapsará de nuevo: "estaremos arrancando y deteniéndonos siempre".
Además de la factura energética que acarrean los combustibles fósiles, este economista es muy pesimista por otra de sus consecuencias, el calentamiento global, una atmósfera saturada de C02 y unos cambios en los regímenes hídricos que generará un clima "más agresivo" con huracanes, inundaciones y sequías cíclicas.
Ante este panorama, las nuevas tecnologías de la comunicación, con Internet a la cabeza, se presentan, dice, como la vía para llevar a cabo una revolución energética "colaborativa y distribuida", que utilice los recursos presentes en todo el planeta: el sol, el viento, la geotérmica, pero también los residuos.
Los edificios de las ciudades son el eje central de este modelo convertidos en futuras centrales energéticas, "miniplantas verdes" que no solo utilizarán las renovables a su alcance sino que deberán ser capaces de almacenar la producción sobrante -por medio del hidrógeno- y distribuirla.
"Alemania ya está probando el modelo en varias regiones" ha explicado Rifkin, que señala que la idea servirá además para impulsar el vehículo eléctrico ya que se podrá enchufar en cualquier edificio "central".
Esta tercera revolución industrial deberá partir, remarca, de la colaboración horizontal entre las personas, alejado de la concentración vertical que hasta ahora marcaban los gobiernos y unas pocas empresas.
Este "Internet de la energía" posibilitará establecer un mercado integrado "en el que todo el mundo comparta", en una red de nodos que se extienda entre países y luego entre continentes, porque se trata, ha remarcado, "de un plan económico no climático".
Rifkin recalca que en un momento de crisis como el actual hay que ofrecer alternativas y no centrarse únicamente en los recortes. "Si sólo hablamos de austeridad y no de crecimiento no saldremos adelante", argumenta este economista que cree que en el caso de Europa, no se puede dejar a ningún país descolgado, y que la recuperación no puede comprometer tampoco los logros sociales alcanzados durante décadas.
Relacionados
- El Ayuntamiento de A Coruña instalará este jueves mesas informativas con motivo del Día contra el Sida
- El Ayuntamiento de A Coruña instalará este jueves mesas informativas con motivo del Día contra el Sida
- El Ayuntamiento homenajea a los más de 7.000 voluntarios de Málaga con motivo de su Día Internacional
- La Confederación Estatal de Personas Sordas entrega al Rey una insignia de oro con motivo de su 75 aniversario
- Atropellan en Málaga a un policía local en la misma calle donde fallecieron por el mismo motivo un padre y su hijo