Mientras una veintena de estados votaba ayer a los candidatos electos a hacerse un hueco en la Casa Blanca, el coste de la carrera por el Despacho Oval seguía incrementándose a pasos agigantados y es que, al fin y al cabo, nos encontramos ante las elecciones más ajustadas de la historia en Estados Unidos.
De momento, la donaciones y apoyos realizados por lobbys y otras organizaciones independientes podrían superar la cifra récord de los mil millones de dólares.
Según informes publicados durante las últimas semanas y recogidos por el Wall Street Journal, alrededor de medio centenar de agrupaciones políticas independientes, entre las que se encuentran la Federación Americana de Profesores, han desembolsado más de 130.8 millones de dólares en 2007, un incremento del 55 por ciento si se compara con el 2003, el año precedente a las últimas elecciones presidenciales en el país. Claro está que si este desembolso sigue por el mismo camino durante el presente año, la cifra podría superar fácilmente los 1.000 millones de dólares.
Cabe recordar que durante las pasadas elecciones presidenciales, esta clase de organizaciones llegaron a donar cerca de 800 millones de dólares. Entre los grupos de apoyo que más dinero pretenden desembolsar en las presentes elecciones de encuentra la conocida Fondo para América, formada el pasado mes de noviembre por el ex jefe de personal del ex presidente de EE.UU, Bill Clinton. Esta entidad pretende desembolsar un total de 200 millones de dólares durante toda la campaña.
Wall Street reparte sus cartas
Pero quiénes realmente cortan el bacalao en cuanto a dinero se refiere es la clase financiera estadounidense que, por supuesto, también ha realizados sus apuestas de cara a la carrera de ayer y al camino que todavía queda para conquistar Washington D.C. Según daba a conocer el Centro de Política Responsable, la carrera electoral más competitiva de las últimas décadas también tiene toda la pinta de convertirse en las más cara de los libros políticos.
Como no, cabe esperar que entre los respaldos económicos más importantes para los candidatos estén los principales bancos de inversión que se asientan en Wall Street. Pese a la tormenta que truena sobre sus cabezas, entidades como Lehman Brothers, Merrill Lynch y los ahora enfrentados a muerte, Microsoft y Google se han convertido en cajeros automáticos para los candidatos de ambos partidos.
Sólo el año pasado, los aspirantes a la Casa Blanca recaudaron un total de 582 millones de dólares y gastaron 481.2 millones de dólares. Con esta cifra sobre la mesa se da por hecho que la presente carrera presidencial superará el récord registrado en 2004, cuando los candidatos recaudaron un total de 880.5 millones durante toda la campaña y desembolsaron un total de 719.2 millones.
Eso sí, todos los datos señalan a Lehman y Microsoft como las dos compañías que más cheques han repartido en el último trimestre entre los distintos competidores. Sin embargo, al hablar de cifras anuales Goldman Sachs y Citigroup se llevan la palma. Una ayuda que seguro que el próximo presidente del país tendrá en cuenta cuando de mude a la Casa Blanca.
Al otro lado del país, en la costa oeste, Silicon Valley ha jugado su mayor papel desde 1992, cuando Bill Clinton accedió a la presidencia. Mientras Clinton cuenta con el apoyo del gurú del capital de riesgo, John Doerr, figuras de Google como Marissa Mayer se decantan por Obama. El senador de Illinois ha calado hondo entre la comunidad tecnológica donde ha recaudado más de 85.000 dólares entre los trabajadores del buscador por excelencia de la red.
Guateque electoral
¿Quién dijo que las jornadas electorales eran aburridas? Desde luego el supermartes electoral en Estados Unidos se ha convertido en toda una fiesta que fácilmente podría superar la resaca dejada por la SuperBowl. Mientras los candidatos demócratas y republicanos se rifaban los delegados de una veintena de estados, muchos estadounidenses aprovechaban para convertir la noche en toda una celebración.
Los medios de comunicación se agolpaban a última hora de la tarde alrededor de las bases de todos los aspirantes. Hillary Clinton fue la única que se dejó caer por la Gran Manzana, ya que dicho sea de paso no hay que olvidar que es senadora de Nueva York.
Los feos de Clinton a la prensa
Pese a su oferta de cambio en la Casa Blanca y a su más que aireada intención de cambiar la percepción que el resto del mundo tiene de EE,UU, lo cierto es que la primera mujer aspirante al Despacho Oval hizo un gran feo a la prensa extranjera, dando a medios tan importantes como Le Monde, Clarín o a este mismo periódico con la puerta en las narices y dejándonos en la calle alegando la falta de espacio. Algunos consiguieron colarse en su fiesta mientras otros nos fuimos con la música a otra parte.
Sin embargo en pleno Times Square, el bar Tonic se politizó hasta la bandera y acogió a cientos de jóvenes, la mayor de ellos demócratas para seguir los resultados entre ovaciones, cervezas y mucho entusiasmo.
Virgine Howards, una joven de 26 años afirmaba en perfecto castellano tras estudiar un año en Madrid que "o soy fiel a Obama, es inteligente y muy sexy". "Ahora bien, reconozco que Hillary es la ganadora demócrata, quizás Obama sea presidente dentro de 4 u 8 años", añadía.
Antes de que en la costa este los ciudadanos se fueran a dormir Clinton ganaba en California y Nueva York mientras Obama mantenía viva su candidatura, aunque el voto latino penaliza al senador por Illinois. Por su parte, McCain obtenía una victoria clara al tiempo que
Huckabee arrasaba en el sur y Romney se quedaba con las ganas de patear McCAin que se perfila como el nuevo líder republicano.