Alemania se enfrenta a un entorno económico difícil en los próximos meses. Según un informe que ha publicado hoy el Bundesbank, el país apenas conseguirá crecer el próximo año, ante una crisis de deuda en los países periféricos de la zona euro que amenaza con ser una carga para todo el bloque.
En este contexto, estima que el país crecerá entre el 0,5 y el 1% el próximo año, según el informe mensual del banco central. El mes pasado, el Bundesbank pronosticó un crecimiento en 2012 del 1% y del 1,8% el pasado mes de junio.
El Bundesbank ha pedido a todos los países afectados por la crisis de deuda que pongan sus finanzas en orden, manteniéndose en línea con su postura de que las reformas nacionales son la respuesta correcta en lugar de buscar la ayuda del Banco Central Europeo (BCE).
Europa afecta a Alemania
"En los próximos meses, la economía alemana entrará en un período difícil", agrega el informe, y añade que la crisis de deuda podría suponer una carga para Europa y tener un impacto negativo en los socios comerciales más lejanos.
"Con este trasfondo, es especialmente importante que los países de la zona euro tomen medidas rápidas y decisivas para evitar una pérdida de confianza mayor en la solidez de las finanzas públicas y para recuperar la competitividad perdida".
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, una de las voces con más fuerza del consejo del BCE, ha estado al frente de la resistencia a la idea de que la entidad haga más para ayudar a los países en crisis, a pesar de la presión de Francia.
Weidmann ha rechazado la idea de que el BCE actúe como prestamista de último recurso para los gobiernos; preste directamente al FMI o fije tipos de interés específicos para los países individuales.
Los principales institutos de estudios económicos de Alemania también esperan que su país sufra un fuerte frenazo en los próximos meses, acercándose peligrosamente a una recesión que sí llegarán a sufrir España y la zona euro. La crisis de deuda soberana, que amenaza con degenerar en una crisis bancaria, tendrá efectos adversos en la economía.
A causa del fuerte endeudamiento de los países periféricos y los problemas de capitalización de la banca, estiman que el Producto Interior Bruto (PIB) alemán crecerá un 2,9% este año y apenas un 0,8% en 2012.