Los grandes partidos prometen casi lo mismo en ayudas sociales a las familias y en rebajas fiscales Las principales promesas de los dos grandes partidos.
Hagamos un pequeño juego de adivinación sobre las promesas electorales que los dos grandes partidos están desgranando ya ante los comicios municipales y autonómicos de primavera. Respondan con lo que, en teoría, debería corresponder a un partido de derechas y a otro de izquierdas. ¿Quién promete ventajas fiscales para las familias numerosas en el pago de los tributos locales? ¿Quién dice que acabará con la corrupción urbanística controlando el patrimonio de concejales y alcaldes? No se lo piensen demasiado, que no merece la pena: la respuesta no es ni uno ni otro, sino los dos.
En efecto, una precampaña electoral más, la estrella de los programas de Partido Socialista y Partido Popular será la política fiscal. Sin distinción. O sin apenas distinción. Por ejemplo, y partiendo de lo que ya se sabe de las propuestas marco de cada cual, las ayudas sociales a las familias con más integrantes, con personas dependientes, con hijos menores a su cargo o con pocos recursos económicos en general recibirán decenas de medidas económicas encaminadas a hacerles la vida un poco más fácil.
Llama la atención, yendo a un caso concreto, la idea del PP de extender a todas las madres de hijos menores de tres años la ayuda de 100 euros mensuales (ahora la reciben sólo las trabajadoras). Exactamente, uno de los puntos más famosos del programa electoral socialista de las generales de 2004.
Del mismo modo, y a lomos de esta ola de neoecologismo para luchar contra el cambio climático que nos invade a todos, PP y PSOE tienen previsto premiar desde el punto de vista tributario a los hogares que consuman menos electricidad y agua. Será, como siempre, con bonificaciones en el IBI o en la misma tasa del agua.
Hasta ahora, sólo el PP ha detallado sus propuestas, con la elaboración de un programa marco que recoge 680 medidas en todos los ámbitos de la vida. El PSOE, en cambio, aún tiene que aprobar su hoja de ruta electoral. Será el próximo sábado, en el Comité Federal que celebrará Ferraz. Con todo, entre adelantos de un ministro o de otro, ya se sabe que la fiscalidad verde será uno de los protagonistas de la campaña, así como la política de vivienda. En el primer grupo, por ejemplo, Medio Ambiente sopesa recargos que penalicen el exceso de consumo. Y en el segundo, la ministra de Vivienda ya dijo que el próximo plan de Vivienda Protegida se centrará en los inmuebles destinados al alquiler.
En Génova, el PP plantea, por ejemplo, establecer una reserva de suelo para VPO de entre el 25 y el 50 por ciento. Puede que les suene: la semana pasada, sin irse muy lejos, el Congreso aprobó una enmienda a la Ley del Suelo que establecía en un 30 por ciento la reserva obligatoria.
Pero no se quedan aquí las coincidencias. En materia de financiación, los dos partidos se quedan en la ambigüedad de prometer que tendrán los recursos suficientes. Y que, en lo que respecta a la autonómica, cualquier acuerdo será multilateral y se tomará por unanimidad. Matices los hay, claro. Otra cosa es que cambie en algo la filosofía.
Y son tales, en definitiva, los parecidos entre unos y otros que ayer el Ayuntamiento de Madrid tuvo que recordarle un par de cosas al PSOE: la propuesta de agrupar todos los pagos municipales y abonarlos en mensualidades ya está en marcha en la capital. Y también las reducciones en el IBI para las familias numerosas.
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