París, 21 ene (EFECOM).- Cuatro de los cinco grandes sindicatos franceses y tres organizaciones patronales formalizaron hoy la firma de la reforma del mercado de trabajo que habían negociado y que el Gobierno ha prometido trasponer en ley.
La Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), Fuerza Obrera (FO), la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC) y la Confederación General de Cuadros (CGC-CFE) insistieron en su mensaje para que ni el Gobierno ni el Parlamento modifiquen el texto, que debe convertirse en ley de aquí al verano.
El compromiso, que también fue rubricado por las tres organizaciones patronales (MEDEF, CPME y UPA), contiene una serie de reformas con las que se pretende al mismo tiempo dar mayor flexibilidad a las empresas y aportar garantías de seguridad a los trabajadores.
Únicamente la Confederación General del Trabajo (CGT) ha querido quedar al margen de este acuerdo, que marca un hito en las relaciones sociales en Francia, y se ha elaborado bajo la presión del Ejecutivo, que amenazaba con legislar por su cuenta si los sindicatos y patronal no se entendían.
El presidente, Nicolas Sarkozy, y su primer ministro, François Fillon, querían que el modelo de flexibilidad y seguridad de Dinamarca sirviera como referente.
El próximo miércoles el ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, recibirá a todos los firmantes, y en previsión de ese encuentro, el secretario nacional de la CFDT, Marcel Grignard, avanzó que "exigiremos que el Gobierno y el Parlamento respeten el equilibrio del acuerdo, su espíritu y su letra".
En nombre de la patronal, Cathy Kopp se felicitó por "un acuerdo histórico que abre la puerta a la flexi-seguridad a la francesa".
El texto negociado incluye varias concesiones de las organizaciones patronales respecto a su posición inicial, en particular en lo que se refiere a la reducción del periodo de prueba de los contratos indefinidos.
Así ese periodo de prueba será de uno a dos meses para los obreros y empleados, de dos a tres meses para los otros trabajadores sin estatuto de "cuadro" y de tres a cuatro meses para estos últimos.
Los representantes de los empresarios también accedieron a la creación, aunque con carácter experimental, de un contrato de trabajo temporal para un objeto preciso (similar a un contrato por obra), con una duración máxima de 36 meses.
Todos los sindicatos habían hecho frente común para evitar la asociación de esas tareas para un objeto preciso con un contrato indefinido, ya que eso hubiera significado privar al trabajador de la prima de precariedad.
La patronal se mostró inflexible con las demandas para modificar el modo de validación de las rupturas "amistosas" de contrato entre la empresa y el trabajador, que para ser homologadas sólo tendrán que recibir la validación de la dirección del departamento de Trabajo de cada departamento.
Las centrales sindicales pretendían una validación por Magistratura de Trabajo de esas rupturas para disponer de más garantías y evitar abusos.
La CGT ha justificado su ausencia en la firma porque a su juicio el texto contiene "más peligros que puntos positivos", y en particular porque "todas las disposiciones que van en el sentido de una mayor flexibilidad van a aplicarse inmediatamente", mientras que las que dan garantías a los asalariados "carecen de decisión concreta". EFECOM
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