Aunque parecía que la cumbre se iba a saldar con un nuevo pacto incompleto, finalmente los líderes de la Eurozona alcanzaron esta madrugada un acuerdo para salir de la crisis que ha dado respuesta a los tres principales problemas: el rescate a Grecia, la recapitalización de los bancos y la ampliación del fondo de estabilización. Documento con las conclusiones de la Cumbre de la Eurozona (.pdf en español).
El plan, presentado como una respuesta contundente a la crisis, prevé que los bancos renuncien a la mitad de la deuda griega, así como un plan para rescatar a economías al borde de la quiebra, en una histórica cumbre que concluyó pasadas las cuatro de la mañana de hoy.
"Creo que estuvimos a la altura de las expectativas y que hicimos lo que había que hacer por el euro", afirmó la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, al finalizar la reunión, de más de diez horas.
"Somos todos conscientes de que la situación es seria (...) Esta crisis amenazaba a toda a la Eurozona", declaraba a su vez el presidente de la Unión Europea (UE), Herman Van Rompuy.
Para empezar, Bruselas ha conseguido que los bancos acepten una quita voluntaria del 50% de la deuda Griega en sus carteras. De este modo, el endeudamiento del país heleno, de 350.000 millones de euros (el 162% del PIB) se verá de ese modo aliviada en "unos 100.000 millones de euros", indicó el presidente francés, Nicolas Sarkozy. El objetivo es reducir el nivel de deuda de Grecia al 120% del PIB de aquí a 2020.
Tras las largas negociaciones, el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, manifestó estar satisfecho y señaló que una "nueva era" se inició para Grecia. Con los arreglos económicos Atenas podrá respirar ante sus compromisos financieros, aunque a cambio tendrá que acoger una delegación con presencia permanente en el país que se encargará de supervisar la implementación de las reformas.
Merkel, propulsora de la medida desde hace semanas, ha aclarado que esta delegación sustituirá a la llamada troika, integrada por representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI, encargada hasta ahora del control al país heleno. "Creo que esto es mejor que cada tres meses una troika viaje allí y regrese, que haya un sistema de supervisión permanente", ha dicho la canciller, en la rueda de prensa que ha ofrecido al término de la reunión del Eurogrupo.
Recapitalización de la banca
Por otra parte, en la cumbre se ha decidido el programa de recapitalización del sector financiero, que tendrá hasta el 30 de junio de 2012 para lograr un ratio de capital de calidad del 9%. A cambio, la Eurozona se comprometió a inyectar el capital necesario en la banca para amortiguar el impacto por las pérdidas.
La Autoridad Bancaria Europea (ABE) calculó que los bancos europeos necesitarán en conjunto unos 106.000 millones de euros para alcanzar los nuevos niveles de solvencia. Los países que más inyección de capital necesitan son Grecia (30.000 millones), España (26.161 millones) e Italia (14.770 millones).
Fondo de estabilidad
Por último, la cumbre ha pactado aumentar la capacidad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) hasta un billón de euros, a los que recurriría si tuviera que rescatar a un país de las dimensiones de Italia.
Para reforzar el FEEF se prevén utilizar dos mecanismos en forma combinada, dijo una fuente europea. El primero prevé que el fondo garantice entre un 20% y un 30% de eventuales pérdidas en los títulos de deuda emitidos por países miembros de la zona euro, con el fin de impulsar a los inversionistas a comprar deuda de economías en rpoblemas. El segundo sería crear uno o varios vectores para ofrecer esta deuda a inversores privados e incluso a países emergentes desbordantes de divisas como China, que según fuentes diplomáticas estaría de acuerdo en participar.
Los dirigentes europeos aseguraron además medidas para reformar la gobernanza económica, con el fin de asegurar "una mejor convergencia económica" en la Eurozona, anunció Van Rompuy.
El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, también bajo los focos por su incapacidad para anunciar las reformas exigidas por la UE, llegó a Bruselas con una carta en la que se comprometió a presentar un plan de crecimiento para el 15 de noviembre.
"La cumbre europea saludó los compromisos de Italia. Esas medidas ambiciosas para liberalizar la economía deben ser aplicadas", señaló Van Rompuy.