La cantidad que capital extra que necesitarán las grandes entidades españolas será menor de la que se temía. Tras excluir la quita para la deuda española y valorarla a precio de mercado, la vicepresidenta económica, Elena Salgado estimaba que la pérdida de valor de la deuda soberana se situará entorno a un 2% en los balances de la banca.
Con todo, y según los primeros cálculos, los cinco mayores grupos financieros españoles, recibirán un impacto por ese menor valor, al ser la referencia el mercado, de unos 4.800 millones de euros. El mayor impacto en cuanto a refuerzo de capital no vendrá, sin embargo, por la deuda soberana, sino por la exigencia de Bruselas de elevar hasta el 9% de solvencia (medida como Core Tier I).
Según los datos de las entidades a cierre de 2010, con los que la autoridad bancaria europea, EBA, elaboró los últimos test de estrés, los cinco grandes presentarían unas necesidades extra de capital de 7.130 millones de euros.
La Caixa sería la única entidad que cumpliría con el nuevo ratio de solvencia exigido, gracias a sus convertibles, mientras los dos mayores, el Santander y BBVA concentrarían 5.500 millones de euros de necesidades de capital extra y Bankia precisaría unos 850 millones de nuevo capital.
En cuanto a Popular, cuya unión con Pastor le ha hecho alcanzar la categoría de 'sistémico' presentaría un déficit de capital de unos 670 millones de euros.
La foto final, sin embargo, será más favorable incluso que esas cifras, ya que la EBA tendrá en cuenta no las cifras de diciembre de 2010, sino las de cierre de semestre de este año.
Así, fuentes de Bankia sostienen que el escenario con los datos actualizados a cierre de junio reflejarán unas necesidades de capital muy inferiores a los 850 millones, ya que en esos seis meses hay que añadir los beneficios generados por la entidad y la evolución del tamaño del balance.
También el Santander, que como el resto de entidades está pendiente de las reglas de cómputo finales que se aplicarán en esta ocasión para hallar el ratio de capital, considera que en relación a diciembre presentará cerca de dos puntos de mejora sobre el ratio de capital.
Esta aumento, junto al impacto por la deuda podría bajar los requerimientos de capital del Santander a menos de la mitad. No sólo la generación de beneficios va a reducir las necesidades de capital, sino también la evolución del balance de las entidades.
El proceso de desapalancamiento en el que están inmersas hace que el tamaño de sus activos ponderados por riesgo se reduzca, lo que también rebaja la cantidad absoluta de fondos necesarios para cumplir con el porcentaje de capital exigido.
Lo que ya parece perfilado es que, según anunció Salgado, en esta ocasión se tendrán en cuenta los productos híbridos "de gran calidad", como las convertibles y las preferentes adquiridas por el Estado.
Lo que de nuevo quedará fuera del cáculo de la EBA, previsiblemente, son las provisiones genéricas, el colchón que mantienen las entidades españolas para responder de las pérdidas ocasionadas en los malos tiempos.Las cinco mayores entidades, con datos de diciembre, tienen aún 8.909 millones de euros de genéricas. Si estos instrumentos se incluyerán en el capital de las entidades, sólo los dos grandes bancos españoles necesitarían capital extra. El Santander, en unos 115 millones de euros y BBVA, en 846 millones.